El Gobierno Vasco aprobará en la primera quincena de marzo un nuevo préstamo para pymes y autónomos que será instrumentalizado a través de Elkargi. Son otros 250 millones de euros ampliables a 500 y que se suman a la financiación de 1.000 millones lanzada en 2020, pero con condiciones más ventajosas. La carencia se amplía de uno a dos años y el plazo de amortización de 4 a 6 años, así que hay hasta 8 años para devolver el dinero.

Otra de las novedades es que se garantiza un mínimo 300 millones para préstamos de entre 5.000 y 25.000 euros, con el objetivo de que lleguen de manera "más ágil" a las pequeñas empresas y a los autónomos que trabajan en los sectores más castigados por la pandemia.La cuantía para las pymes es de entre 5.000 y un millón de euros, para los autónomos entre 5.000 y 100.000 euros. También habrá novación, se podrán pasar a este nuevo préstamo los que se acogieron al anterior para mejorar las condiciones.

Recuperación en 2023

"Se trata de atender de forma rápida y urgente las necesidades de liquidez y financiación de circulante de los colectivos más afectados", ha afirmado el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, quien ha insistido en que lo que se busca es "adaptar las herramientas a las necesidades reales" de las empresas vascas. El consejero ha explicado que las variaciones en las condiciones de los préstamos se han recogido "con la vista puesta en la recuperación económica" que, "en el mejor de los casos", no llegará a niveles anteriores a la pandemia hasta 2023.

En la misma línea, el presidente de Elkargi, Josu Sánchez, ha explicado que se pretende dar cobertura a los gastos fijos de estructura de las pymes y autónomos por su importancia en el tejido empresarial de Euskadi. "Las empresas necesitan este oxígeno financiero para no pasar de tener problemas de liquidez a tener problemas de solvencia", ha defendido Sánchez, quien ha explicado que en 2020 se denegaron casi 4.000 solicitudes de ayuda, entre otros motivos, al estimar que las empresas demandantes carecían de proyectos solventes para poder subsistir y poder devolver el préstamo.

Se podrán beneficiar de estas ayudas las pymes que empleen a menos de 250 personas con un volumen de negocio anual que no supere los 50 millones de euros o con un balance general que no rebase los 43 millones.