Ya empezamos a saber cómo será esa Navidad “absolutamente distinta” a la que ya apuntaba el lehendakari Urkullu la semana pasada. El portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, ha advertido que habrá que mantener “la presión de las medidas” porque aunque la previsión es que mejore la tasa de contagios también lo es que los ingresos hospitalarios aún sean altos. Zupiria avanza que habrá que evitar desplazamientos y espacios cerrados, reuniones de más de seis personas y renunciar a muchas tradiciones como las cenas de empresa.

El portavoz del Ejecutivo autonómico sitúa el periodo navideño en Euskadi del 21 de diciembre, cuando se celebra Santo Tomás, hasta Reyes, y avanza que la previsión es llegar a esas fechas fuera de la zona roja, con una tasa acumulada de 400 contagios por cada 100.000 habitantes, que no hay que tirar por la borda.

¿Podrá abrir la hostelería?

Sobre la gran pregunta, ¿qué ocurrirá con la hostelería, se le aplicará alguna desescalada para entonces? Zupiria no avanza nada, serán decisiones que se tomarán en función de la pandemia y que corresponden al LABI y el lehendakari, que evalúan la situación cada semana. Deja en la misma situación al también suspendido deporte escolar.

Plan nacional de Navidad

El Gobierno vasco coincide en lo esencial con el borrador del plan de Navidad del Ejecutivo central que mañana se discutirá en el consejo interterritorial y al que las autonomías podrán realizar aportaciones. El texto propone limitar a seis personas las reuniones familiares y sociales y un confinamiento nocturno entre las 1.00 horas y las 6.00 horas los días 24 y 31 de diciembre, Nochebuena y Nochevieja, respectivamente.

Asimismo, ha explicado que "al margen de decisiones puntuales sobre algún horario determinado que habrá que ver en qué queda y que a día de hoy no está decidido", la mayor parte de las propuestas que se recogen en ese documento tienen que ver con las medidas que "ahora mismo están en vigor".