El obispo de Vitoria, Don Juan Carlos Elizalde, ha indicado que estas no fiestas de La Blanca, sin los artificios y multitudes precovid, quizá nos permitan “conectar mejor” con la sencillez de la Virgen, que fue una “joven madre inmigrante” con una “misión desproporcionada”. Así ha iniciado Elizalde su intervención en COPE, donde preguntado por la brutal agresión grupal a Alexander en Amorebieta ha dejado la siguiente reflexión: “¿Qué imagen de persona estamos alimentando en nuestros jóvenes para que en cuadrilla usen la libertad así? Podemos estar hablando de cosas muy maravillosas y políticamente correctas, pero nuestros jóvenes están captando otros valores, que no tienen nada que ver y que están en las antípodas del eveangelio”.

Elizalde ha lamentado que anide en algunos jóvenes “un egoísmo narcisista y prepotente”. Y ha pedido a los adultos y a los educadores que analicen “qué valores captan (los jóvenes), aunque no sean explícitos”.

Elizalde ha señalado en nuestros micrófonos que no hay que “no hay que callar ante las injusticias” y ha destacado el “grave problema” que persiste en Vitoria, la falta de viviendas de alquiler para los inmigrantes, un asunto que ha tratado con las autoridades. “Hay muchos pisos vacíos en Vitoria y los inmigrantes, aún con ayudas oficiales, no tienen acceso al alquiler”, ha clamado.

Llamada a implicarse por el bien común

A este preocupante asunto ha hecho mención el obispo también en la misa pontifical en honor a Nuestra Señora de la Virgen Blanca que ha presidido a las 10:30 en la iglesia de San Miguel. Elizalde ha pedido que se fomente la "fraternidad y la confianza" frente a una sociedad que pretende colocar "constantemente" a la ciudadanía en "trincheras ideológicas". En este sentido, ha reprochado "la batalla encarnizada ideológicamente" que se da en la actualidad, así como "la violencia entre jóvenes, por orientación sexual o hacía la mujer".

La celebración ha comenzado con una breve procesión desde la sacristía hasta el altar mayor donde han llegado los concelebrantes, la Junta de gobierno de la Cofradía de la Virgen Blanca y las principales autoridades de la ciudad, del territorio y del Gobierno central en Vitoria encabezadas por el alcalde, Gorka Urtaran; el presidente de las Juntas Generales, Pedro Elosegi; y el subdelegado del Gobierno, Carlos Zapatero.

Las primeras palabras del obispo de Vitoria han sido para apelar al optimismo. "De una crisis como es esta pueden salir buenas cosas y aparecer buenos hombres y mujeres, pues de un mal podemos sacar un bien, como nos recuerda San Ignacio de Loyola", ha apuntado.