El lehendakari ha admitido en su última intervención de las tres que ha tenido en el Parlamento vasco que “a la vista de las consecuencias” los controles del Gobierno vasco sobre el vertedero de Zaldibar “han sido insuficientes”. Lo ha hecho después de defender la gestión de su Ejecutivo desde el minuto uno y tras afirmar que ha actuado “de buena fe”, de forma coordinada y transparente. Iñigo Urkullu sí ha hecho una primera autocrítica al sentir “los errores” que haya podido cometer en la gestión de la catástrofe, pero ha justificado su ausencia y silencio iniciales en su “protocolo personal de prudencia” y en que ha estado más volcado “en hacer que en decir”. El lehendakari, sometido a una gran presión social y política en plena precampaña, se ha comprometido a esclarecer “la verdad” y a depurar todas las responsabilidades. Urkullu ha anunciado que el Gobierno vasco se personará en la causa abierta contra Verter Recycling por un posible delito laboral y ambiental y que se va a utilizar esta trágica experiencia y a redoblar los mecanismo de prevención para evitar que se repita un caso así en el futuro. La prioridad, ha defendido, es encontrar a Alberto y Joaquín, los dos trabajadores sepultados desde hace 12 días, y garantizar la seguridad de los vecinos y los operarios. Garantiza que no se están escatimando esfuerzos para actuar de manera subsidiaria, porque entiende que la responsabilidad es de la empresa y reprocha a la oposición hacer un “uso político” de la crisis de Zaldibar.

Arriola culpa a la empresa

El consejero de Medio Ambiente ha culpado de lo ocurrido a la empresa. Iñaki Arriola ha explicado que Verter Reciclying había pasado desde 2011 7 inspecciones y que en la última de este verano se detectaron casi una veintena de incumplimientos, pero ninguna de gravedad. Nada señalaba que las toneladas de escombros fueran inestables, tampoco el informe que presentó la empresa el 21 de enero, pocos días antes de su derrumbe. Arriola ha explicado que ahora Verter tiene dos expedientes abiertos, el segundo por el derrumbe. Por su parte, la consejera de Salud, Nekane Murga, ha querido mandar un mensaje de tranquilidad: “no estamos en alerta”. Ha insistido en que no hay riesgo para la salud con una exposición corta a la sustancias dañinas, harían falta periodos prolongados durante años, ha concretado el lehendakari. También han dado explicaciones las consejeras de Seguridad y Trabajo.

Oposición a una

La oposición, que ha forzado las comparecencias, ha reprochado al Gobierno vasco falta de información, de transparencia y de coordinación. El más crítico ha sido el líder del PP, Alfonso Alonso, quien ha acusado al PNV de fabricar una “verdad oficial” que no responde a la realidad y de actuar con “falta de empatía” hacia las familias de las víctimas. Alonso ha avanzado que exigirá en la próxima legislatura crear una comisión de investigación. El líder de Podemos Lander Martínez asegura que aún hay muchas dudas por despejar sobre una actuación por parte de los departamentos de Medio Ambiente y Trabajo a quienes apunta como posibles responsables, desde EHB Maddalen Iriarte denuncia en especial la falta de información veraz a los vecinos afectados.