Los vecinos de la localidad vizcaína de Balmaseda han tenido que recurrir a las protestas para acabar con los "robos, las amenazas y la intimidación" que sufren desde que una familia conflictiva decidiera ocupar una vivienda en agosto. Este fin de semana cientos de personas se manifestaron y concentraron para denunciar la crítica situación que vive el pueblo. Por esta razón, el alcalde del muncipio, Aitor Larrinaga, se reunirá esta tarde con los impulsores de las protestas para negociar nuevas vías y poner fin a la mala convivencia.

La tensión se incrementa con el paso de los días y ha llegado el momento plantear una solución a lo que se está viviendo en pueblo. "Ha habido robos, amenazas e intimidaciónno y no están empadronados", ha confesado, en COPE, el reponsable municipal.

La intención del consistorio es calmar las aguas después de que la manifestación del pasado domingo se cobrara con un detenido acusado de un delito de atentado contra la autoridad, tras pegar una patada a uno de los agentes de policía que se encontraba en la zona de la movilización.

NUEVAS MOVILIZCIONES

La familia conflictiva se encuentra instalada en un domicilio desocupado del barrio de La Penilla y si continúa con una mala actitud hacia el resto de fecinos, éstos han confirmado que el próximo fin de semana habrá nuevas concentraciones. El alcalde de Balmaseda asegura que, a pesar de la tensión que se vive estos días en la localidad, el pueblo está a favor de la interculturalidad. Prueba de ello es que docena de jóvenes han puesto en marcha una solución a los problemas de convivencia.

POSIBLE DESAHUCIO

De momento, el Consistorio se ha puesto en contacto con la inmobiliaria a cargo del piso, propiedad de una un banco, para que pueda producir un desahucio de inmediato. Una medida que el alcalde de Balmaseda, Aitor Larrinaga, ve apropiada ya que aboga por encontrar una rápida alternativa al conflicto.