Pez grande se come a pez chico, de toda la vida; menos en el fútbol, donde más de un tiburón se ha llevado alguna dentellada. Los locales se presentan con una tarjeta de tres derrotas en los cuatro últimos partidos y los visitantes con la amenaza de que solo han perdido un partido fuera de casa. Así de extremos somos en esto del periodismo deportivo, pero la exageración y el dramatismo, siempre unido al fútbol, nos ayuda para explicar de manera inmediata y clara lo que sucede, sucedió o sucederá en el rectángulo de juego.

Esta noche miden fuerzas en Ipurua dos equipos con mucha intención pero con poca eficacia. Dicho así, suena de nuevo contundente para referirse al reciente subcampeón de la Supercopa, pero así es: El Eibar como local por una parte, y el Atlético de Madrid como visitante por otra, están entre los equipos menos goleadores de la Liga en cada categoría. Los armeros llevan anotados 11 goles en Ipurua, y los colchoneros solo 8 a domicilio.

Y a pesar de compartir intenciones como la de no escatimar una gota de sudor en el esfuerzo o tener las líneas de formación compactas, el posicionamiento defensivo de ambos conjuntos, por ejemplo, es totalmente diferente. El Eibar es el segundo equipo que más adelantada coloca su línea defensiva, y el Atlético está entre los que más retrasa su formación de zagueros.

De los jabalís de Mendilibar ya hemos dicho muchas veces que son los mejores robando en campo ajeno y bombardeando con centros laterales. También aman el envío directo, y no finalizar una jugada se considera pecado capital. El volumen de pases en largo que realizan es el segundo más alto del campeonato. Para que os hagáis una idea, el 23% del total de pases que intenta son en largo, el dato del Atlético baja hasta un 15%. Pero entre cambio de orientación y pelotazo ojo porque los rojiblancos están en el TOP5 de tiros realizados. También es verdad que tanto guipuzcoanos como madrileños van pobres de precisión. Los datos que manejan los técnicos (y a los que ha tenido acceso Deportes COPE Gipuzkoa) señalan que el tanto por ciento de tiros que envían entre los tres palos es bajo para ambos. Vamos, entre los peores del campeonato.

Pero si algo va estar bonito esta noche va a ser el desafío entre ataque y defensa por banda. Llega a territorio damasquinado el segundo conjunto que mejor defiende los centros laterales. Simeone ha diseñado un entramado defensivo en el que no permite lluvia de balones a su cocina. ¿Alguien se imagina a un Eibar sin centros? Sería como ver a Mendilibar con zapatos de charol.