«¡Señoras y señores, prepárense para un sensacional reparto de bofetadas en Ipurua!». Así podría comenzar un narrador la retransmisión del sensacional partido que se presume para la matinal del domingo. En esta ocasión el Eibar llega con la soga al cuello después de tres derrotas, con diez goles en contra y sólo uno a favor. Lamentable. La alarma se ilumina con más intensidad si tenemos en cuenta que el Getafe se presenta después de completar cinco jornadas sin perder.

La temporada pasada armeros y azulones sirvieron a los espectadores uno de los mejores desafíos de la temporada. Estamos ante los dos equipos más descarados del campeonato. Eibar y Getafe son las formaciones que tiran la línea defensiva más alejada de su portería. A los dos le sobran pases, son los que menos dan por minuto. Y si hay que darlos, siempre en largo. Ambos lideran el ranking de, como decirlo sin que suene rudimentario, despejes orientados…

Aquí de lo que se trata es de simplificar y conjugar eso de centro, remate y gol. Con estas maniobras consiguen bombardear el arco contrario en tantas ocasiones que los porteros no tienen tiempo ni para pestañear. Ahora bien, si la última línea de cualquiera de los dos es superada, adiós muy buenas. Al Eibar le marcan un gol por cada cinco remates, y al Getafe, otro por cada siete. Por eso se pasan el partido recuperando balones en zona de vanguardia. Sus ritmos de recuperación están en el TOP 5 de la Liga.

Uno de los matices que distingue a las dos escuadras es la manera que cada técnico tiene de entender la ocupación de espacios. Mientras Mendilibar plantea unas bandas abiertas y descaradas, Bordalás se cubre obligando a sus futbolistas a mantenerse a poca distancia del semejante, como rezan ahora los manuales de táctica. El Getafe es el equipo que más estrecho juega de la categoría. Y por supuesto, si tienen que ser agresivos (que no violentos, para que no se enfade Bordalás), lo son. Ningún equipo ha visto hasta la fecha más tarjetas que sus muchachos, ya van por 52 y subiendo… Otra de las características que les separa es su eficacia a balón parado. El Getafe, con diez goles incrustados en meta rival, es de los mejores del torneo en este apartado, pero además solo ha recogido tres chicharros de su propia portería.

Así pues, ya están tardando en sintonizar Tiempo de Juego. Hay que vivir este envite como se merece. Desde las doce del mediodía rodará la pelota para el corrector Arbilla, el ratón verdecolarau, el carcamal Ramis… y por supuesto, Pepe Bordalás. Perdón, Don José Bordalás.