A Adnan Januzaj le queda poco en la Real, y eso que tiene contrato hasta 2022 con una cláusula de rescisión de 60 millones de euros. Pero su representante, Dirk De Vries, quiere incorporarlo al nuevo proyecto de la Roma y ha activado todas las maniobras previas a una salida. Lo primero, reconocer contactos: «Sí, los romanos están interesados, pero no puedo proporcionar ningún otro detalle». Lo segundo, repartir flores: «Estamos hablando de un gran club». Y lo tercero, mostrarse dispuesto: «Si existiera la posibilidad de una transferencia, no diríamos que no».

Por lo tanto, la pelota está en el tejado de la Real Sociedad, que pagó en su día 8 millones de euros. Desde el cuerpo técnico poco más se puede hacer para explicar públicamente que Januzaj no tiene vitola de estrella. Solo hay que revisar las declaraciones de Imanol Aguacil cada vez que alguien se muestra asombrado cuando el belga no aparece en el equipo titular.

La directiva txuriurdin estudia la posibilidad de permitir una cesión en la ventana de enero, pero la opción de compra será lo que determine la operación. Dirk De Vries quiere verle a toda costa en la Eurocopa para frenar la caída libre que lleva desde que abandonó la disciplina del Manchester United. Todo parece indicar que estamos ante un nuevo caso de talento gaseoso. De momento, quizá en previsión de que no se lesione, se quedó fuera de la convocatoria para jugar en Sevilla.