La ciencia dictamina cuáles son los deportes más predecibles (y no, no es el fútbol): "Que ni gane siempre el Real Madrid en cualquier condición, ni que ganase siempre el que menos te lo esperas, porque tampoco tendría interés"

El deporte engancha por su capacidad para generar sorpresas, pero también por la confirmación de los favoritos. Ese equilibrio entre lo predecible y lo impredecible es lo que lo convierte en una actividad tan atractiva. Sobre esta cuestión ha arrojado luz el físico de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), Joaquín Sevilla, quien ha analizado, basándose en diversos estudios científicos, qué deportes son más o menos propensos a la sorpresa.

Del tenis al golf: el ranking de la sorpresa

Para determinar qué equipo o deportista es el favorito, los estudios se basaron en un criterio homogéneo para todas las disciplinas: las casas de apuestas. Según ha explicado Sevilla, el análisis de datos de un año en Estados Unidos e Inglaterra arrojó una clasificación clara.

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El tenis masculino (76% de victorias del favorito) y el femenino (72%) son los más predecibles, seguidos del baloncesto (68%), el fútbol americano y el rugby (67%), el béisbol (58%) y, finalmente, el fútbol (52%). A la cola de la previsibilidad se encuentra el golf, con solo un 10% de acierto para el principal candidato.

Pocos goles, mucha incertidumbre

Una de las claves que explican estas diferencias es el volumen de puntuación. Joaquín Sevilla señala que cuanto más puntos se anotan, menos influye el azar. Por ejemplo, en baloncesto se promedian unas 76 canastas por partido, mientras que en fútbol la media es de solo 2,69 goles. Esto provoca que "un error, un golpe de suerte, por decir así, entre 76 canastas sea mucho más fácil de compensar, de diluir, que entre 3". De hecho, la importancia de un solo gol es tal que en el 88% de las ocasiones, el equipo que marcó primero en los partidos analizados acabó ganando.

Que ni gane siempre el Real Madrid en cualquier condición, ni ganase siempre el que menos te lo esperas, porque tampoco tendría interés"

El físico también ha apuntado a la diferencia entre deportes individuales y colectivos. En un equipo, el mal día de uno se puede diluir, mientras que en una disciplina individual, el rendimiento depende exclusivamente de una persona. Otro factor determinante es el número de oponentes: la baja predictibilidad del golf se debe a que se compite contra más de cien rivales a la vez, a diferencia de los torneos de eliminación directa como en el tenis.

Más sets, menos sorpresas

La diferencia de previsibilidad entre el tenis masculino y el femenino también tiene una explicación científica: la duración del partido. Sevilla ha destacado que los partidos de Grand Slam masculinos a cinco sets ofrecen más margen para la remontada que los femeninos, que se disputan a tres. "El mal momento que puedas tener es más remontable en un partido más largo que uno más corto", ha afirmado el experto.

Djokovic, que ganó 24 Grand Slams a 5 sets, 8 de ellos los hubiera perdido, porque en el set 3 iba perdiendo"

El ejemplo es claro, y así lo ha expuesto Sevilla: "Djokovic, que ganó 24 Grand Slams a 5 sets, 8 de ellos los hubiera perdido, porque en el set 3 iba perdiendo". En un formato más corto, no habría tenido tiempo para reponerse. Al final, el análisis demuestra que las propias reglas definen el carácter de cada deporte, donde es necesario un equilibrio, ya que, como razona el físico, "que ni ganes siempre el Real Madrid en cualquier condición, ni ganes siempre el que menos te lo esperas, porque tampoco tendría interés".