Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil en La Rioja han rescatado una ardilla que se había colado en el interior de una vivienda del casco urbano de Logroño.

El propietario del inmueble avisó a los agentes que se trasladaron hasta el domicilio para hacerse cargo del animal, que se encontraba totalmente desorientado.

Seguidamente la ardilla fue trasladada en el interior de un transportín, hasta el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre 'La Fombera' para su atención veterinaria, cuidado y posterior suelta en su medio natural.

32 años del SEPRONA en La Rioja

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil lleva 32 años en La Rioja, donde inició su actividad en junio de 1988. Actualmente cuenta con agentes destinados en Logroño, Autol y Ezcaray.

Estos agentes son los encargados de recorrer hasta el último rincón de La Rioja para conservar la naturaleza, el medio ambiente, los recursos hidráulicos, la riqueza piscícola, forestal y cinegética y la flora y fauna, con especial atención a las especies protegidas.

Desde la creación de la Guardia Civil en 1844, se asignaron al instituto armado competencias como la vigilancia de la pesca y las aguas, la protección y conservación de los montes y arbolados; y, treinta años después, asumió todo el servicio de guardería rural y forestal y custodia de los montes del Estado.

Esas competencias, a día de hoy, siguen recayendo en la Guardia Civil, encargada de asegurar el derecho constitucional de la ciudadanía a disfrutar de un medio ambiente adecuado.

Mayor conciencia medioambiental

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La Guardia Civil asegura que el aumento de la conciencia sobre los problemas medioambientales y la necesidad de conservar los recursos naturales se ha materializado en leyes cada vez más específicas.

Estas normas, dictadas por instituciones nacionales, europeas e internacionales, se centran, sobre todo, en incrementar las medidas de vigilancia y controlar las acciones del hombre que puedan suponer una amenaza para la naturaleza.

En este contexto, el 21 de junio de 1988 se creó el Seprona, que se ha convertido en una de las primeras policías medioambientales del mundo.

El Seprona, para desempeñar sus funciones, tiene plenas capacidades de investigación criminal y cuenta, en la actualidad, con unos avanzados medios tecnológicos, que le permiten desarrollar complicadas investigaciones, como las operaciones contra el tráfico internacional de angulas con destino a países asiáticos o contra la pesca ilegal en aguas internacionales de la Antártida.

El cambio climático, el aumento de las emisiones de gases nocivos, la pérdida de biodiversidad y el ecoterrorismo son algunas de las amenazas contra las que los especialistas del Seprona tendrán que seguir luchando.

Además, según la Guardia Civil, la delincuencia medioambiental ha evolucionado en estos últimos años debido a sus beneficios y a las bajas cuantías de sus penas hasta la constitución de verdaderos grupos criminales organizados.

Todo esto ha obligado al Seprona a readaptar sus capacidades, por lo que seguirá trabajando para continuar siendo un referente mundial en la defensa del medio ambiente.