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¡Que llueva, que llueva": el campo y los pastos de La Rioja necesitan precipitaciones

Es tiempo de espergura para el viñedo pero también de plantar hortalizas y de prevenir enfermedades en nuestros frutales. Trabajo intenso en el campo riojano durante estas semanas

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Rocío Ruiz

Tiempo de lectura: 2'Actualizado 17:37

Es tiempo de espergura para el viñedo pero también es momento de plantar hortalizas y de prevenir enfermedades en nuestros frutales. Trabajo intenso en el campo riojano durante estas semanas. Además, los cultivos necesitan agua pero también nuestros pastos que sufren una importante sequía y eso repercute en una ganadería que ya soporta una complicada situación.

La labor en el viñedo se centra ahora en la espergura. Una tarea manual y que requiere conocimiento. Ya se ha generalizado en Rioja Media y en los próximos días la espergura se generalizará también en Rioja Alta.

La espergura consiste en eliminar los brotes herbáceos que nacen tanto en la madera vieja (tronco y brazos) como en los pulgares o varas con el objetivo de definir exactamente las yemas que se dejan en la poda de invierno, mantener el sistema de formación del viñedo yfavorecer la calidad de las uvas. Una labor que que se realiza completamente a mano durante un breve período de tiempo.

En el viñedo Riojano las denominadas operaciones en verde que en términos generales consisten en eliminar parte de la vegetación de la cepa con el fin de buscar un óptimo desarrollo del racimo, se denominan espergurar.

Estas operaciones en verde son el espergurado o espergura, que se realizan durante el mes de Abril y Mayo, y al cual siguen por este orden: el desnietado o el desniete, el despunte, el deshojado y el aclareo.

El espergurado (Frances: ébourgeonnage o épamprage, Ingles: crown suckering o desuckering, Alemán: Ausbrechen o Ausschneiden). Consiste en eliminar en primavera los brotes llamados chupones, de la madera vieja, tronco y brazos de la cepa, para facilitar el mejor desarrollo de los pámpanos que brotan en los pulgares y son portadores de los racimos. Los chupones, a lo que algunos también llaman mamones, por lo general, no tienen fruto y sólo en algunos casos se suele dejar uno o varios de ellos para reconducir la cepa o recontruirla a veces por entera si fuera necesario. La tarea se hace a mano por lo que resulta gravosa, aunque no tanto como el desniete. También es posible realizarla de manera mecánica y química.

En La Rioja la forma más utilizada es epergurar, pero también se dice escardar (Uruñuela), esparrar (Alcanadre), esforijinar (Cornago), deshornizar (Camprovín, Bobadilla y Baños de Río Tobía), despampanar (Navarra, Lanzarote), espampanar (Lanzarote), esporgar o esporga (Valencia, Requel-Utiel, Aragón) y los brotes que se retiran se llaman esporguines y también se puede escuchar en dicha zona las variantes eforgar y esjorguines e incluso esborgar.

Pero al margen de la espergura, la riqueza del campo riojano hace que también estemos pendientes de nuestras hortalizas y cuidar de los frutales para prevenir enfermedades. Así lo explica en COPE Rioja Igor Fonseca, secretario general de ARAG-ASAJA.

Además, Fonseca nos recuerda que existe una preocupación generalizada: las restricciones de movilidad afectaron a la caza y ahora se lamentan los daños provocados por conejos y corzos en viñedos viejos que son muy preciados:

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Y por si fuera poco, el campo riojano necesita precipitaciones. La lluvia es imprescindible para todos los cultivos pero los pastos están especialmente necesitados.

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Las últimas precipitaciones importantes son las que dejó la borrasca Filomena en La Rioja.

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