La hostelería riojana maneja un escenario de vuelta a la actividad, en Logroño y Arnedo, a finales de este mes de noviembre. El grupo de trabajo del sector sigue negociando con el Gobierno riojano un plan con “reglas claras” ante esa reapertura en los dos municipios riojanos confinados perimetralmente, cuando los indicadores de la pandemia del coronavirus lo permitan.

“Hemos acordado trabajar en un marco conjunto que, estableciendo nuestras demandas y aportando nuestro conocimiento sobre cada uno de los subsectores, permita establecer unas reglas de juego claras que nos den la previsibilidad necesaria para trabajar de forma segura, sabiendo que, hasta que llegue la vacuna, debemos convivir con el COVID-19. Eso construiría las bases para evitar que se tenga que volver a cerrar la hostelería,” comentaba tras la última reunión Francis Paniego, miembro de la junta directiva de Euro-Toques España y del Grupo de Trabajo de la Hostelería Riojana.

La hostelería de La Rioja maneja un escenario de vuelta a la actividad a finales de noviembre

Hostelería Riojana se pronuncia sobre una posible reapertura el 29 de noviembre

Lo que persigue Hostelería Riojana es contar con un protocolo que incluya parámetros definidos de desescalada (y de escalada si fuese necesario), ofreciendo a bares, restaurantes y hoteles “certezas” para la supervivencia de sus empresas y de los miles de puestos de trabajo que dependen de ellas.

La evolución positiva de la incidencia del COVID-19 permite pensar en el retorno a la actividad la próxima semana, quizá de forma escalonada, como se ha hecho en otras regiones, según nos dice el cocinero, Francis Paniego.

“Es necesario que este protocolo contemple las peculiaridades de cada subsector”. Así, se solicita que las medidas que se incluyan en este documento “tengan en cuenta, por ejemplo, el espacio del que dispone cada establecimiento, en lugar de limitar los aforos con un número predeterminado de personas”, afirma Paniego.