La Asociación de Hosteleros de la Zona de la Laurel de Logroño asegura, en un comunicado, que están en una situación de "agonía", con riesgo de desaparecer, por lo que exigen a las autoridades "medidas urgentes y adaptadas a su circunstancia", porque creen que "trabajar juntos puede ser parte de la solución, no el problema".

Ha sido la respuesta de la Asociación después de que el Consejo de Gobierno anunció ayer la reapertura de la hostelería riojana, el próximo 22 de febrero, tras un mes cerrada, junto al comercio y otras actividades no esenciales en La Rioja.

"Nos encontramos en un punto de no retorno", ha detallado esta Asociación de hosteleros que, según indican, llevan casi un año de restricciones por la covid-19, que aseguran entender, pero que "son incompatibles" con el modelo de hostelería que representan.

Para este gremio de hosteleros, la reapertura anunciada ayer por el Gobierno de La Rioja "no va a solucionar nuestra problemática" e, incluso, estiman que el próximo 22 de febrero "solo subirán la persiana un 20 % de estos establecimientos".

Consideran que La Laurel es "un emblema gastronómico de La Rioja y España", y muchas de sus peculiaridades -con establecimientos estrechos que impiden el consumo en interior, la fisonomía de sus calles, el protagonismo perdido del consumo en barra, la ausencia de terrazas o la dependencia del turismo- "han empeorado, de forma considerable", su situación con respecto a la de otros servicios hosteleros de La Rioja.

Además, entienden que "aún es más triste el hecho de que se cuentan ya por decenas los establecimientos que han tenido que bajar la persiana para siempre, y hay muchos otros en riesgo extremo de un cierre definitivo, si no recibimos ayuda real y urgente", ya que también "el futuro de muchas familias y sectores afines" -hoteles, proveedores, transportistas, tenderos y negocios circundantes- depende de ello".