Ahora que el COVID-19 tapa nuestras bocas con mascarillas, Plena Inclusión La Rioja ha intensificado su campaña de sensibilización ‘Voy tapada, no callada’. Durante varias semanas, las mujeres que forman parte de este movimiento asociativo han plasmado diferentes mensajes en sus mascarillas, han grabado vídeos y hoy participan en una manifestación virtual contra la violencia de género y en defensa de sus derechos.

En el Día Internacional contra la Violencia de Género, Silvia Andrés, directora de esta Federación de organizaciones en favor de las personas con discapacidad intelectual, señala que las mujeres de este colectivo "son doblemente vulnerables", ya que "a la discapacidad se suma el hecho de ser mujer. Esto les hace tener menos oportunidades laborales, menos posibilidades de participación y mayor riesgo de ser víctimas de un delito".

Si hablamos de la doble vulnerabilidad, las cifras en las que estas mujeres son víctimas de algún tipo de abuso son alarmantes. Algunos datos recogen que el colectivo de personas con discapacidad intelectual tiene una probabilidad de sufrir abuso, 10 veces más que la población general. Y esta situación se incrementa en las mujeres, con una probabilidad de 13 veces más. A esto se suma que tan sólo el 3% de estas personas que han sufrido algún tipo de abuso lo verbaliza.

Por eso, Plena Inclusión puso en marcha el EAVDID (Equipo de Apoyo a la Víctima con Discapacidad Intelectual o del Desarrollo). Un equipo pionero, que comenzó a funcionar en el año 2015 y que trabaja de forma coordinada con las instituciones vinculadas a los procesos policiales y judiciales para que la persona con discapacidad intelectual se enfrente a un proceso judicial con los mismos derechos que el resto de ciudadanos.

Desde 2015, ha atendido en La Rioja un total de 150 casos entre víctimas (120), testigos (21) y agresores (9).