Las casas rurales de La Rioja comienzan a confirmar sus primeras reservas para el verano.

Son precisamente los propios riojanos los primeros en llamar para asegurarse varios días de descanso en plena naturaleza y a poca distancia de casa. Motivo que agradecen desde ASCARIOJA a través de su presidente, Joaquín Sanz, quien también muestra su solidaridad con el sector hostelero, para el que pide un plan de rescate.

El presidente de la organización que agrupa a más de 80 establecimientos rurales de la región, asegura que el hecho de confirmar reservas para el verano “se debe al esfuerzo del propio sectory no de la Administración”, a la que reclama la puesta en marcha “inmediata” de una campaña de promoción nacional. “La Rioja tiene que ser de las primeras en promocionarse para así poder adelantarnos a nuestros principales competidores”, explica.

Ha recordado cómo a partir del 14 de marzo, con la declaración del estado de alarma de la COVID-19, el turismo rural en La Rioja “desapareció”, lo que obligó a las casas y negocios rurales a enfrentarse al “turista invisible”, al igual que ocurrió con el resto de la hostelería.

Las cancelaciones se extendieron “con la misma rapidez que se propagó la pandemia”, por lo que en los meses de marzo, abril y mayo no hubo facturación, a pesar de que “comenzaba la temporada y había dos puentes festivos, el de Semana Santa y el primero de mayo”.

A pesar de ello, el sector del turismo de interior, de naturaleza y rural de La Rioja, “fue consciente de que iba a tener cierta ventaja e iba a ser la punta de lanza para relanzar el turismo en la comunidad autónoma en estas fases de desescalada”. Y todo parece indicar que Joaquín tuvo razón.

El turista de ahora quiere pasar el verano en un sitio que le ofrezca “libertad, tranquilidad, sosiego, aislarse de lo sucedido y mantener la distancia de seguridad entre las personas”, ha detallado el presidente de Ascarioja, para quien esta situación "tan terrible” que la sociedad ha vivido “puede ser una verdadera oportunidad para los negocios rurales y los pueblos”.

Sanz también ha informado de que los socios de Ascarioja han seguido un protocolo de seguridad e higiene en el que se requiere una “buena” desinfección con productos autorizados y una recepción de clientes con guantes y mascarillas, un lavado de sábanas y textiles a 60 grados".

Este protocolo también indica que los turistas tienen que tener disponibles “gel desinfectante, guantes y mascarillas para ellos mismos”.