El consejero de Administración Pública y Hacienda en funciones, Alfonso Domínguez, acompañado por el director general de la Oficina de Control Presupuestario, Francisco Rojas, y la directora general de Tributos, Cristina Bella, ha hecho un análisis de la situación económico-financiera de La Rioja al cierre de esta legislatura.

Domínguez ha afirmado que “la buena gestión del Gobierno de La Rioja durante estos cuatro años de legislatura ha permitido llegar al final de la misma como una de las regiones más solventes y con una situación económica-financiera saneada”.

En este sentido, ha defendido la consolidación fiscal llevada a cabo por el Ejecutivo a lo largo de esta legislatura, con la que se ha logrado reducir el déficit público de La Rioja hasta un -0,27% y el gasto de intereses de deuda en más de 18 millones de euros. En concreto, ha recordado el cierre del ejercicio 2018 en el que La Rioja volvió a cumplir con los objetivos de estabilidad en materia de deuda, déficit y regla de gasto.

El consejero también ha señalado como clave en esta legislatura haber llevado a cabo una política fiscal, basada en la reducción de impuestos a los ciudadanos, con la que se ha finalizado la legislatura acometiendo la mayor rebaja fiscal de la historia de esta Comunidad.

No obstante, Domínguez, que ha cifrado en 218 millones de euros el ahorro fiscal en este periodo, ha puesto de manifiesto que esta reducción de impuestos ha favorecido el incremento de la recaudación, que en 2018 ascendió a 75.316.139,35 euros lo que supone un 9,89% más que en 2017, como consecuencia de la mejora de la situación económica y de la mayor actividad.

Alfonso Domínguez ha valorado esta legislatura como una de las más complejas desde el punto de vista de la gestión presupuestaria, debido a la inestabilidad política y a la pérdida de mayoría en el Parlamento.

En este sentido, se ha referido a la situación de incertidumbre generada por el rechazo de la Cámara riojana a los Presupuestos Generales de La Rioja para 2019 y la posterior prórroga presupuestaria, “lo que sin embargo no ha sido un impedimento para cumplir con nuestros compromisos con los riojanos”.

No obstante, ha recordado que “para ello hemos tenido que realizar un importante esfuerzo, ya que en el caso de la subida salarial del 2,25% para todo el personal del sector público riojano realizada a principios de este año y que tuvo un coste de 9,5 millones de euros, no contábamos con la correspondiente financiación”.

Asimismo, ha denunciado que siguen pendientes de resolver con el Estado cuestiones importantes para La Rioja como la liquidación del IVA del año 2017, “que para nosotros supone una pérdida de financiación de 22,49 millones de euros” o la actualización de las entregas a cuenta para las CCAA, que ha cifrado en 89,8 millones de euros.

En la misma línea, ha vuelto a reclamar la “urgencia” de aprobar un nuevo sistema de financiación autonómica, en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera, “justo, equilibrado, que cuente con más recursos que el actual” para garantizar la sostenibilidad de los servicios públicos fundamentales.

Para el consejero, “este escenario no ha frenado al Gobierno de La Rioja, que ha continuado trabajando con la misma intensidad para garantizar a los riojanos estabilidad y confianza”.

Como ha detallado, hasta mayo de este año la ejecución presupuestaria se eleva al 50,96% y hasta marzo, las cuentas riojanas reflejan un superávit de 9 millones de euros, lo que supone el 0,10% del PIB, y se sitúa como la cuarta región de régimen común con la deuda más baja en términos de PIB.

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Con estos datos, “La Rioja está disposición de volver a cumplir este ejercicio con los objetivos de estabilidad presupuestaria”, ha concluido Domínguez.

Y en cuanto al futuro inmediato, el consejero en funciones "teme" una posible subida de impuestos con la llegada del nuevo Gobierno. Y, en su opinión, una subida de impuestos siempre es mala.