La Federación Riojana de Fútbol destapa posibles irregularidades y encarga una auditoría forense independiente: Pago de un piso en Madrid, kilómetros duplicados y gastos sin justificar, los indicios que inquietan a la nueva directiva

Esta semana, la Federación Riojana de Fútbol ha vivido su primera gran Asamblea con Gustavo Sáenz al mando. Todavía no ha cumplido ni cien días en el cargo y ya ha soltado varios avisos importantes… y alguno bastante serio. 

Lo más llamativo es que la nueva dirección ha decidido contratar una auditoría forense independiente. ¿Por qué? Porque, al revisar las cuentas que dejó la anterior Junta Directiva, la de Jacinto Alonso, dicen haber encontrado cosas que no cuadran y que huelen mal.

El asesor jurídico, Borja Callejo, fue directo, hay gastos que no están justificados, pagos que no tienen explicación y movimientos de dinero que, como mínimo, resultan muy difíciles de defender. Entre los ejemplos que puso, uno dejó a la sala helada, durante casi diez años, la Federación habría estado pagando un piso, un garaje y un trastero en pleno centro de Madrid, sin que nadie pueda explicar para qué lo necesitaba el fútbol riojano.

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Y no solo eso. Callejo habló también de unos mil euros al mes en comidas en un restaurante justo debajo de ese piso, de kilometrajes duplicados o incluso triplicados, de seguros personales y de vehículos que ni siquiera eran de la Federación. En resumen, dinero del fútbol riojano gastado en cosas que poco o nada tenían que ver con el fútbol.

La idea es clara, si la auditoría confirma estas sospechas, la Federación piensa ir hasta el final, ya sea por la vía civil o por la penal, para recuperar cada euro. “Lo que se haya desviado del fútbol riojano, dijeron, tiene que volver al fútbol riojano”.

En esta Asamblea también se aprobó el sueldo del actual presidente, Gustavo Sáenz, 60.000 euros brutos al año. Para comparar, se recordó que su predecesor cobraba 123.698 euros en 2024, y que tenía previsto seguir recibiendo, con más de 103.000 euros hasta agosto de 2025.

Un arranque potente, con muchos deberes por delante y un mensaje claro, toca ordenar la casa y aclarar qué ha pasado con el dinero de todos los clubes riojanos.