El equipo de minibasket Sotillo Escolapias representa con orgullo a su centro escolar allí donde juega. El baloncesto es mucho más que un deporte y este grupo es un buen ejemplo de ello. Obligados por la pandemia han cambiado el balón por la mascarilla.

Echan de menos los partidos, los entrenamientos pero sobre todo echan de menos verse y disfrutar juntos. La canasta solo es el final de un camino siempre marcado por un balón que pasa de mano en mano, la jugada siempre por encima del resultado en el marcador. El esfuerzo siempre por encima de la victoria. Compañerismo dentro del equipo y con el rival. Aprietan los dientes en el ataque y en la defensa, siempre con honor y dignidad. Son un EQUIPO dentro y fuera de la cancha y en la distancia están más "unidos" que nunca.

Gracias a unos entrenadores que les enseñan mucho más que baloncesto, Sotillo Escolapias se han 'reencontrado' en diferentes vídeos durante los últimos meses.

Dicen que los niños han sido "los grandes olvidados" de esta pandemia, ahora no saben si jugarán, si entrarán, cómo lo harán... pero lo que sí saben, lo que sí tienen claro es que el deporte es mucho más que actividad física, el deporte son valores, el deporte es vida.

Como bien explica el vídeo: "Nunca estamos solos, nos protegemos los unos a los otros. Esa es nuestra fortaleza".