Todos los propietarios de los pisos del edificio número 18 de la calle Doce Ligero de Logroño han tenido que irse a vivir a otro sitio por culpa de la presencia de “okupas”, tanto permanentes, como temporales. Una situación insostenible que vienen padeciendo desde 2015 y que incluye atracos a punta de navaja en el propio portal, destrozos, cuadros eléctricos puenteados o un flujo constante de personas ajenas al inmueble, muchas de ellas toxicómanos.

Echando mano del título de una conocida serie de televisión, Jorge (uno de los propietarios afectados) asegura que "allí no hay quien viva". A Jorge, propietario del 4º izquierda, que tuvo que irse a vivir a casa de su madre, le entraron en su piso hace un año y le robaron hasta los radiadores. Hace un año, el día 10 de febrero de 2019, esta “okupación” llegó a un punto que hizo saltar todas las alarmas: cortaron los tubos generales del agua, provocando que dos pisos se inundaran; y hasta los tubos del gas con el consiguiente peligro de explosión.

Para Jorge, es muy triste que te “okupen” tu piso, que tengas que ir acompañado por la policía para poder entrar en él sin miedo y que, encima, las responsabilidades siempre recaigan en los propietarios.

Bomberos del Ayuntamiento de Logroño han tenido que intervenir en el interior del bloque de pisos, por causas desconocidas, se ha caído parte de una escalera y se ha creado un agujero.

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Los “okupas” consideran que el edificio número 18 de la calle Doce Ligero de Logroño es su hotel particular. Noches en las que grupos de hasta 7 personas han entrado en el inmueble con maletas y bolsas a cuestas y que cambian la cerradura del portal en cuanto se marcha la Policía Local desdués de cada denuncia de los propietarios, hasta el punto que uno de esos “okupas” no tuvo ningún reparo en pedir una llave. 

El nº 18 de la calle Doce Ligero de Logroño tiene 4 alturas con dos pisos en cada una de ellas.