Cada vez se habla más de las consecuencias piscológicas que está teniendo la pandemiaentre la población de mayor edad de nuestro país. Todos conocemos o hemos oído hablar de personas mayores de 70-75 años, que han cogido miedo a salir de casa y que apenas pisan la calle por miedo a contraer el coronavirus. Esto ha provocado profundos cambios en su modo de vida que han dado lugar a serios problemas relacionados con la depresión y los pensamientos negativos.

Pero, ¿qué sucede también con la población infantil? ¿Cómo están afectando las consecuencias de la pandemia a nuestros hijos?

Raquel Díaz-Aldagalán es pediatra en la Fundación Hospital de Calahorra y explica en COPE Rioja algunas de las diferencias que ha podido apreciar en su consulta durante estas semanas de enero y febrero, con respecto al mismo período del año anterior. "Sí que hemos notado que las medidas higiénico-sanitarias adoptadas en los colegios han reducido el número de consultas de Urgencias y han provocado también un cambio en ese tipo de atenciones. Porque las infecciones habituales en esta época, como suelen ser las bronquiolitis, gripes, otitis, catarros o diarreas han disminuido muchísimo y se han traducido en menos ingresos hospitalarios. Pero, a su vez, hemos notado otras consecuencias negativas que tienen que ver con el impacto psicológico en los pequeños. Y ahora atendemos más casos de ansiedad, preocupación, tristeza o miedo derivados de la pandemia", precisa la profesional sanitaria, no sin cierta preocupación.

"Los niños no pueden jugar en el parque con sus amigos ni tampoco ir a entrenar, y todo eso les afecta y les preocupa", aclara Díaz-Aldagalán, madre de tres niños, quien también añade otro efecto negativo más: la obesidad infantil. "Si antes había niños obesos, ahora muchísimo más, porque al hecho de no poder jugar, ni correr ni casi practicar tampoco sus deportes favoritos, hay que añadir que ahora pasan muchas más horas en casa y descuidan su alimentación".

Consejos pediátricos a tener en cuenta en tiempos de pandemia

Ante estas consecuencias negativas de la COVID-19 entre la población infantil, Raquel ofrece las siguientes recomendaciones a los padres: "Tenemos que explicar bien a los niños, de una forma sencilla y adaptada a su edad, cuál es la situación por la que estamos pasando. Debemos incidir en que tienen que seguir respetando las medidas higiénico-sanitarias tanto en el colegio como en casa. Hay que insistirles en que lo están haciendo muy bien y que tienen que seguir así. Por supuesto, debemos cuidar mucho su alimentación, prestar una atención especial a situaciones de estrés, miedos o alteraciones del sueño que puedan surgir, e incentivarles de algún modo para que estén menos horas ante las pantallas. No debemos que olvidar que los padres tenemos que permitir que jueguen, que corran, que salten...", concluye la pediatra.