Siempre había soñado con ser voluntaria, un día se sentó frente al ordenador y encontrar su destino. Ana Baz entró por la puerta de un orfanato en Nairobi y, desde entonces, su cabeza y su corazón no paran de dar vueltas para mejorar la calidad de vida de estos pequeños. 

Empezó sola, arrastró a su familia y a sus amigos, a sus vecinos de Lapuebla  de Labarca y acaba de fundar la asociación ‘Amar sin barreras’.

Su ilusión y su esfuerzo han conseguido que estos niños tengan comida en el orfanato, no falta la fruta, el arroz y un poco de carne cada día. Cada vez que vuelve lleva la maleta repleta de ropa, material escolar… pero su amor por ellos va más allá. Ahora su reto es poder contratar a un médico que les atienda y también tiene en mente poner en marcha apadrinamientos escolares. 

De momento, recauda solidaridad en su perfil de Facebook: “Yomisma Ana”. 

Escuchen aquí la entrevista a esta mujer porque seguro que su ilusión les arrastra