El proyecto para la construcción de la primera planta fotovoltaica de participación ciudadana de Menorca cuenta ya con el acuerdo entre los dos organismos impulsores, el Ayuntamiento de Es Castell y el Consorcio de Residuos y Energía de Menorca, para iniciar su tramitación.

El Ayuntamiento de Es Castell será quien aporte los terrenos donde se ubicará la planta, valorados en 135.000 euros, y el Consorcio de Residuos y Energía de Menorca aportará 234.000 euros como inversor. El acuerdo cierra también la participación del primer y principal inversor del proyecto, el Instituto Balear de la Energía (IBE), que aportará 250.000 euros de capital. El resto, unos 700.000 euros, provendrá de la socialización entre pequeños inversores del municipio y de la isla.

El acuerdo se ha hecho público hoy en una rueda de prensa a la que asistieron los representantes políticos de cada una de las partes. La alcaldesa de Es Castell, Joana Escandell, la presidenta del Consorcio de Residuos y Energía, Maite Salord, y el consejero de Transición Energética y Sectores Productivos y Vicepresidente del Gobierno Balear, Juan Pedro Yllanes.

El acuerdo da inicio a los trámites para la futura construcción de la planta, que ya cuenta con el proyecto ejecutivo. Inicialmente se proyectó una planta de 1,4 MWp con paneles fotovoltaicos fijos de 310 W, pero con las mejoras tecnológicas disponibles actualmente, opta por paneles de 410 W orientables un eje, que permite alcanzar una potencia de 1,7 MWp y una generación anual mayor a la prevista inicialmente. Con esta nueva configuración se pueden generar 3.400.000 kWh anuales, lo que supondría dar cobertura a un 15,6% de la demanda de energía eléctrica anual del municipio de Es Castell.

En declaraciones de la presidenta del Consorcio de Residuos y Energía, Maite Salord, "Este proyecto se enmarca dentro de la Estrategia 2030 que marca el camino a seguir para reconducir el sistema energético de Menorca hacia un modelo basado en renovables. Esta transición energética siempre hemos dicho que debe ir ligada a una transición social en que ciudadanos y empresas menorquinas deben ser actores activos del cambio. Por lo tanto, es evidente que esta primera fotovoltaica con capital social de pequeños inversores va en la línea que perseguimos. "

Por su parte, Joana Escandell ha querido remarcar que "Este equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Es Castell, sabemos de la importancia que tiene la aplicación de las energías renovables y nuestro objetivo es caminar hacia una transición energética para evitar el cambio climático que tanto daño hace al planeta. Creemos en la colaboración inter-institucional que mejora los resultados a la hora de cumplir estos objetivos, por las sinergias que confluyen. Con nuestra aportación del terreno donde se ubicará la planta fotovoltaica contribuimos a poner este grano de arena para ayudar en los Objetivos de Desarrollo sostenible 2030 a la vez que ayudamos a que los ciudadanos puedan implicarse activamente. "

Trepuconet será así la primera planta fotovoltaica de la isla que cuente con capital social procedente de pequeños inversores. La socialización pretende crear un proyecto colectivo, aprovechando para crear una comunidad de personas comprometidas con un proyecto común, que permita generar mucha más energía eléctrica limpia con un coste muy inferior que en el caso de instalaciones individuales. Esta socialización implica la movilización de pequeños inversores, en un primer momento del municipio de Es Castell y posteriormente del resto de Menorca.

La vida útil de la instalación será de entre 25 y 30 años, y el periodo de recuperación de la rentabilidad de las inversiones será de 15 años por
El proyecto de la planta nace tras constatar que el Ayuntamiento de Es Castell dispondría de una superficie apta sin uso atribuido. Hace unos años el Ayuntamiento de Es Castell, adquirió una parcela de 21.400 m² en la zona de Trepuconet, junto a la planta desnitrificadora, con la intención ubicar instalaciones asociadas al abastecimiento de agua potable del municipio. La superficie necesaria para estas instalaciones sólo llega al 20% del total disponible.

Por ello, se planteó la idea de emplear el resto, unos 18.000 m², para una planta fotovoltaica y el Consorcio de Residuos y Energía de Menorca encomendó su proyecto.