La finca de la Paloma ha tenido durante años las tierras agrarias abandonadas. La nueva propiedad tiene experiencia en producción de miel ecológica en Mallorca y ahora empiezan un proyecto de puesta a punto de las dos hectáreas de terrenos que disponen en Maó.

La idea es convertir la zona con un espacio de árboles frutales y flores silvestres de diferentes temporadas, a fin de poder abastecer las casetas de abejas y actuar también de lugar de alimentación de otros insectos polinizadores. Hace unos días, se firmó el acuerdo de custodia del territorio y se han incorporado a la red de fincas de Custodia Agraria que impulsa el GOB.

Como los terrenos presentan una pendiente pronunciada, habrá que trabajar sistemas de control de la erosión y de mejora de la distribución del agua de lluvia, a fin de garantizar la fertilidad del suelo y la adecuación de las plantas que se vayan sembrando.

Desde el programa de Custodia Agraria incentiva las fincas para que potencien algunas zonas con flor, dado que estos espacios ayudan a los controladores de plagas y mejoran las poblaciones de insectos polinizadores, beneficiosos para la productividad agraria.

Los insectos son parte de la biodiversidad que más se ha perdido en las últimas décadas, por una mezcla de uso intenso de pesticidas y de cambios en el manejo de la tierra. En algunos estudios realizados en Europa, se habla de una bajada de un 75%. Por este motivo, es muy bienvenida la iniciativa de recuperar tierras agrarias sin tóxicos y con flores silvestres, que a la vez permitan una actividad económica.