La Fundació Foment del Turisme de Menorca (FFTM) creará una red de acción promocional con las oficinas españolas de turismo de los mercados emisores más importantes con el objetivo de diseñar y ejecutar las actuaciones que resulten más efectivas para movilizar la demanda e incentivar la comercialización del destino.

Con este objetivo, el personal de la FFTM se ha reunido durante la primera jornada de FITUR con los responsables de algunas de las principales OET europeas, una ronda de contactos  en la que también se incluirá un encuentro con la oficina de Nueva York.
Desde la FFTM se considera estratégico reforzar la colaboración con Turespaña para asegurar una mayor penetración en mercados tradicionales como el británico, el alemán, el italiano o el francés y también para explorar la respuesta de mercados interesantes para Menorca como el portugués, el austríaco, el polaco o el irlandés
Durante la primera jornada, el personal de la fundación se ha reunido con los responsables de las delegaciones de Londres, París, Viena, Varsovia y Dublín. Todos ellos han confirmado el atractivo de la marca Menorca, asociada generalmente a los conceptos de calidad y sostenibilidad, y se han mostrado interesados en organizar acciones, mayoritariamente de tipo experiencial, a lo largo de este año.

Hoy jueves será el turno de las OET de Lisboa, Munich, Milán, Frankfurt y también Nueva York, mercado que ha mostrado un interés creciente por Menorca en los últimos dos años.
Esta vía se suma a otras inciativas para ganar peso en los principales mercados, entre las que se cuentan las campañas directas y a través de OTAs basadas en la tecnología big data, la asistencia a ferias generalistas, especializadas y workshops, y el refuerzo de las líneas de colaboración con compañías aéreas y touroperadores para mejorar la conectividad con las principales ciudades europeas, entre otras.

La primera jornada de FITUR, que celebra su 40a edición del 22 al 26 de enero en Feria de Madrid, ha dejado también las primeras impresiones sobre la temporada 2020. Precedida por la caída de Thomas Cook y marcada por la incertidumbre que provocan factores como el Brexit o la
competencia de países del norte de África y del Mediterráneo oriental, la próxima temporada se tiende a valorar con prudencia. Más aún cuando a estas alturas no se dispone de datos determinantes sobre cuál será el comportamiento de los turistas, que cada año reservan y compran más
tarde sus vacaciones. Aún así, hay una percepción compartida que apunta a una cierta confianza en la temporada que viene.