El área de Movilidad del Ayuntamiento de Maó ha instalado tres radares pedagógicos – también conocidos como smiles – para mejorar la seguridad vial en dos puntos conflictivos del municipio.

La actuación ha consistido en la instalación de tres señales luminosas de carácter pedagógico en la calle de Sant Jordi y en el Camí de Trepucó, que indican la velocidad a la que circulan los coches, y que en ningún caso sirven para imponer sanciones.

De esta forma, si el conductor transita a una velocidad adecuada, en la señal aparece una cara sonriente de color verde. Sin embargo, si el conductor supera el límite de velocidad, los números se muestran en color rojo y aparece un rostro enojado.

En el caso de la calle Sant Josep, la actuación responde a una demanda de la asociación de vecinos. Así, en esta vía en la que la velocidad de circulación máxima permitida es de 20 kilómetros por hora, a partir de que se transita a más de 20 km/h, la señal luminosa pide que se modere la velocidad.

En cuanto al Camino de Trepucó, donde la velocidad máxima permitida está a los 20 km/h, la instalación de estos dispositivos fue a demanda de los centros educativos de la zona, puesto que se trata de una vía muy transitada por estudiantes.

El concejal de Zonas verdes, Caminos y Movilidad, Manolo Lora, explica el efecto de este tipo de dispositivos en la seguridad vial: “Está demostrado que este tipo de radares tienen un efecto educativo y sensibilizador en los conductores. Aunque son conscientes de que no serán multados, ver una señal que les indique la velocidad a la que circulan de color rojo, les hace recordar que están infringiendo la norma y tienden a reducir la marcha”.