Los vecinos y hoteleros de Playa de Palma piden una vez más y esta vez a la desesperada que el Ayuntamiento ponga medidas en la zona para paliar el descontrol, el incivismo y la suciedad. Se sienten desamparados por la poca limpieza de las calles, el mal estado de las aceras, los ruidos y las borracheras a las que no se pone freno porque no hay policías. El vicepresidente de la Asociación Hotelera de Playa de Palma, José Antonio Fernández, pide a Cort que apruebe una ordenanza cívica que sirva para paliar el desmadre. Ordenza como la que tiene Calviá o incluso Fornalutx. Asegura que los turistas se ríen de los mallorquines y cree que lo mejor es la mano dura: multarles y expulsarles.
Los hoteleros y vecinos de Playa de Palma han decidido hablar con abogados y contratarán un auditor que les ayude a conseguir la autogestión económica y financiera de la zona. Quieren segregarse de Palma, algo que la ley contempla y que ya hizo por ejemplo Torremolinos al separase de Málaga. El vicepresidente de los hoteleros, José Antonio Fernández, dice que en Playa de Palma se genera el 34 por ciento de los ingresos de la ciudad pero no hay retorno para los vecinos, por eso, quieren decidir dónde destinar todo ese dinero que generan. Fernández pone ejemplos, Emaya no limpia porque dice que no hay más dinero y la depuradora tampoco se arregla lo que provoca una suciedad en el agua de la playa que ha derivado en carecer este año de bandera azul, algo que se ha ocultado a los turistas.