Hace 11 años que ETA asesinaba a dos jóvenes guardias civiles, Diego Salvá Lezaun y Carlos Sáenz de Tejada, en la localidad de Palmanova (Mallorca).

Con motivo de la fecha, el Ayuntamiento de Calvià y la Guardia Civil han celebrado un acto de recuerdo a los jóvenes agentes, en la calle que lleva el nombre de uno de ellos con la asistencia de su familia y de miembros de los partidos políticos con representación municipal.

ANTONIO SALVÀ: "EL ACERCAMIENTO DE PRESOS ES UNA PUÑALADA TRAPERA PARA LAS VÍCTIMAS"

Antonio Salvá, padre de Diego, ha criticado la decisión del Ministerio del Interior de permitir el acercamiento de un preso de ETA condenado a 35 años de cárcel por asesinar de un teniente coronel. Ayer se aprobó su acercamiento de Córdoba a Logroño. Asegura Salvá que estas decisiones son muy duras para las victimas "es como si te pegaran una puñalada trapera".

La delegada del Gobierno, Aina Calvo, ha subrayado que después de 11 años Diego, Carlos y todas las víctimas del terrorismo "están vivas" en la memoria colectiva.

Calvo ha afirmado que los actos de memoria sirven también para recordar la cara "miserable y bárbara" del terrorismo para que nunca más se vuelva a repetir en este país.

Tras un breve parlamento del alcalde de Calvià, se ha realizado una ofrenda floral. El acto ha finalizado con el himno de la Guardia Civil.

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ONCE AÑOS DEL ATENTADO

El atentado de Palmanova se produjo el 30 de julio de 2009. Fue perpetrado por ETA utilizando una bomba lapa situada en los bajos de un coche patrulla de la Guardia Civil.

El día anterior la banda terrorista había cometido otro atentado haciendo explotar una furgoneta bomba frente a una casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos.

El vehículo del atentado en Palmanova estaba aparcado en la calle y la explosión de la bomba lapa se produjo a las 13.50 horas. Tras ésta, se cortaron todos los accesos a Palmanova y las autoridades iniciaron en las Islas la 'operación Jaula' y se cerraron el aeropuerto de Palma y todos los puertos de Baleares.

En otro vehículo, un perro de la Guardia Civil encontró más tarde una segunda bomba-lapa, también en un coche patrulla del instituto armado, que fue detonada de forma controlada por los artificieros del Gedex.

Este fue el último atentado con víctimas mortales de la organización terrorista.