Tras 30 años reparando molinos, Miquel Ramis Bordoy ha sido galardonado con uno de los premios de las Artes de la Construcción, concretamente, en la categoría de madera. Todo un reconocimiento a nivel nacional.
Se presentó para mostrar el trabajo que se hace en Mallorca, del cual está muy orgulloso. Lo que no esperaba es ganar. Mallorca es el lugar del mundo que más molinos tiene por metro cuadrado, hay más de 3.000 y más de la mitad están en el Pla de Sant Jordi. Tienen trabajo durante todo el año, aunque han pasado por momentos complicados, ya que los molinos han perdido, con los años, su uso tradicional.
Ramis destaca la necesidad de reinventarse
Cuando están muy degradados, la gente no quiere ya reconstruirlos, ya que tienen un elevado coste. Sin embargo, hay gente que todavía los mantiene solo por diseño o estética.
Además, su uso tradicional, de extracción de agua, ya no es muy común, aunque dice Ramis que podría ser una buena opción recuperarlos en algunas zonas de aguas estancadas de Sant Jordi para así quitar mosquitos y posibles enfermedades.
Ramis insiste en que es momento de reiventarse y cree que al parque eólico de Mallorca se le podría sacar mucho partido. Reconvirtiendo, por ejemplo, los molinos en generadores de electricidad o explotándolos turísticamente, aunque lamenta que hay mucha gente en contra.