Un vecino de Menorca ha aceptado este lunes una condena de dos años de cárcel por un delito de pornografía infantil, por la posesión de más de 860.000 archivos pedófilos en su domicilio y por compartir más de 130 fotografías y vídeos de la misma índole a través de mensajería.

La defensa del acusado ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía en la vista celebrada en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares. En virtud de esta conformidad, el hombre ha reconocido los hechos y ha obtenido una rebaja de la pena que inicialmente se pedía para él, de seis años de cárcel.

Con todo, el hombre evitará el ingreso en prisión con una medida de libertad vigilada por cinco años, en los que tendrá que someterse a un programa de educación sexual. La pena le ha quedado suspendida por un plazo de cinco años: si cometiera cualquier otro delito en ese plazo, tendría que cumplir esta condena íntegramente, además de la que pudiera imponérsele en un nuevo proceso.

Cabe señalar que se ha tenido en cuenta una atenuante de anomalía psíquica porque el acusado sufre una discapacidad intelectual. El hombre ha reconocido así que, desde noviembre de 2019, compartió a través de una aplicación de mensajería hasta 137 archivos pornográficos protagonizados por menores de edad.

En junio de 2020 se efectuó una entrada y registro en su domicilio, donde se incautaron numerosos dispositivos de almacenamiento que eran de su propiedad, entre ellos teléfonos móviles, cámaras de fotos, un portátil y múltiples tarjetas de memoria y 16 pendrives. Una vez volcados, se extrajeron hasta 864.709 archivos, también de material pornográfico infantil.