Los restauradores están ya acondicionando sus negocios para adecuarse a la normativa de las terrazas que entra en vigor día 5 de marzo, en ya menos de un mes. Los locales que cuentan con algún tipo de toldo o cerramiento deberán cambiarlo por sombrillas y mamparas laterales. Hay negocios que han decidido eliminar la terraza de su oferta, otros, que hace poco más de un año que abrieron, aún no han amortizado el gasto de los toldos y ya deben pensar en la compra de sombrillas. Creen que este cambio supondrá perder clientes durante los meses de invierno, cuando ademas el negocio va peor.

Esto supone ahora un gasto adicional para los empresarios que todavía están incluso pagando sus cerramientos actuales. Es el caso del restaurante Blat al Sac, de Blanquerna. Uno de sus propietarios, Gabriel Llamas, cuenta que hace solo un año que hicieron el traspaso y que ahora, este cambio, les va a suponer un coste de unos 6.000 euros, ya que van a tener que comprar sombrilas y mamparas laterales. 

Lo que tiene claro Gabriel es que van a tener terraza, ya que es el principal atractivo de su negocio. Dice que incluso en invierno los clientes quieren estar en terrazas, no solo en verano. Con esta nueva ordenanza asegura que perderán clientes en temporada baja, ya que aún en verano con sombrillas lo van a solucionar, pero en invierno, en los días lluviosos, será imposible.

Cuenta que este año, durante las fiestas de San Sebastià, tuvieron como clientes a 30 personas de una cofradía. Este año, además, llovió, pero gracias al cerramiento los clientes pudieron disfrutar de la cena tranquilamente. 

Gabriel es uno de los restaurantes que se va a adaptar a la normativa, pero los hay, en la misma zona de Blanquerna, que van a optar por quitar las terrazas, ya que es un coste muy grande el que tienen que asumir. De esta manera solo pedirán licencia exterior durante los meses de verano.