La fábrica del grupo Stellantis en Vigo retoma este miércoles la producción en sus dos sistemas después de varias jornadas de paradas debido a la llamada "crisis de los microchips". Por lo tanto, después de casi 20 días de inactividad se retoma la producción en la línea 2, la encargada de fabricar los vehículos comerciales y también el monovolumen de la marca.

La producción normal será efectiva en el turno de tarde y de noche, y hasta nuevo aviso, la dirección no tiene previsto paralizar su actividad. De todas maneras, la incertidumbre mundial causada por la falta de suministros de algunos componentes electrónicos puede llevar a la dirección a acordar una nueva parada para adaptar la fabricación a la existencia de suficientes semiconductores.

Esta vuelta a la "normalidad" resulta un importante alivio para las decenas de empresas auxiliares afectadas por la parálisis de la factoría de Balaídos. Y no sólo esta, ya que muchos conglomerados automovilísticos a nivel internacional se han visto afectados por esta "crisis de los microchips". Una situación que amenaza con prolongarse en el tiempo lo que podría llevar al grupo Stellantis a suspender temporalmente su fabricación de vehículos como ya está ocurriendo desde hace muchas semanas.

Para regular estas interrupciones en la carga de trabajo algunos sindicatos firmaron en su momento con la dirección un ERTE que se encontró con la oposición frontal de los sindicatos Cig y la CUT, que no cuentan con mayoría en el comité de empresa por lo que su oposición cayó en saco roto. Precisamente la Cig organizó esta misma semana una concentración a las puertas de la factoría en la que exigieron la derogación del ERTE y la necesidad de apostar por empresas propias, en territorio gallego, de semiconductores que puedan dar servicio prioritario a la industria automovilística de la región y evitar así estos continuos parones productivos.