Sogama ratificó esta mañana la compra de los terrenos del polígono empresarial de Pazos, en Verín, en los que se instalará la nueva planta de biorresiduos. El presidente de Sogama, Javier Domínguez Lino, y el director del Instituto Gallego de Vivenda e Solo, Heriberto García, formalizaron esta mañana la compraventa de tres parcelas, que suman más de 12.000 m2, por un importe de más de 500.000 euros.

En los terrenos adquiridos se instalarán dos naves cerradas e impermeabilizadas, en las que se llevará a cabo el tratamiento de los residuos orgánicos que se reciban, gracias a las últimas tecnologías de encausado, control de olores y ruido, con una operativa industrial que se alimentará con energía renovable, a través de paneles solares

Esta es la tercera planta de biorresiduos que construirá la Xunta a través de Sogama —junto a la de Vilanova de Arousa (Pontevedra) y la de Cervo (Lugo)—. Las obras ya fueron licitadas por 7,2 millones de euros y dará servicio a 24 ayuntamientos de la provincia, con una población de cerca de 52.300 habitantes.

La instalación, de características similares a la de Cervo, tendrá una capacidad de tratamiento de hasta 3.000 toneladas al año de fracción orgánica de residuos domésticos y otras 1.600 Tn de podas y restos de madera. Con este material podrá alcanzarse una producción de 1.500 Tn anuales de compost de alta calidad, que se destinará a la agricultura como abono natural y sostenible en relevo de los fertilizantes artificiales.

La planta abarcará la totalidad del proceso del compostaje de los residuos recibidos, comprendiendo todas las fases — pretratamento, fermentación, maduración y almacenamiento—, así como los correspondientes tratamientos de aire y de aguas.

Red de instalaciones de biorresiduos

Con el fin de avanzar hacia un modelo moderno y eficaz en la gestión de los residuos que sitúe a Galicia a la vanguardia de Europa en esta materia, la Xunta de Galicia impulsó una red de infraestructuras, formada por las tres plantas que construirá Sogama, además de la de Cerceda -ya en funcionamiento- y por las 13 plantas de transferencia que están siendo adaptadas. De este modo, será posible que la gran mayoría de los gallegos dispongan de una instalación de biorresiduos o de transferencia a menos de 50 kilómetros de distancia.

Así, Galicia podrá seguir optimizando y consolidando la eficiencia de su actual modelo de gestión de recogida selectiva de los residuos, en cumplimiento de las directrices europeas, al tiempo que contribuirán a crear nuevos empleos verdes en diferentes sectores profesionales.