El presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida y obispo de Bilbao, Monseñor Mario Iceta, presentó en Ourense el documento “Sembradores de esperanza. Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de esta vida”, en el que se abordan los dilemas que se le presentan al ser humano frente al sufrimiento y la cercanía de la muerte.

Explicó Monseñor Iceta que se trata del resultado del trabajo en el que durante dos años han participado profesionales de la salud de las diversas ramas -medicina, enfermería, auxiliares, personal de laboratorio-, trabajadores sociales, psicólogos, y enfermos y sus familiares, así como colaboradores de la Pastoral de la Salud, tanto laicos como religiosos.

El Centro Cultural Marcos Valcárcel acogió el acto en el obispo de Bilbao precisó que “no vengo a hablar de la eutanasia, sino de lo que se puede hacer con los pacientes terminales, que es mucho y bueno”, y explicó que el documento se ha titulado “Sembradores de esperanza”, porque “si en la vida necesitamos una esperanza, cuánto más cuando aparece la enfermedad, que es una crisis personal, pues pone en crisis a la persona y a la familia”, explicó Mario Iceta.

Según el obispo de Bilbao, "el documento quiere dar una mirada esperanzada sobre el fin de la vida en esta tierra. Pretende ayudar a dar sentido a los momentos de sufrimiento, porque es fundamental que el enfermo encuentre sentido a lo que vive".

"Sembradores de esperanza" responde a cuestiones como qué ocurre cuando aparece una enfermedad grave o terminal en nuestra vida. Mario Iceta se refirió a la importancia de la relación entre el paciente y el médico que, dijo, tiene que ser una relación de confianza porque “nos ponemos en manos de los que nos van a ayudar, y conjuntamente vamos a decidir cómo me vas a ayudar a que yo pueda superar mis dificultades de salud”.

También habló Mario Iceta del rechazo que tenemos al dolor y al sufrimiento porque “no estamos hechos para sufrir, y nadie se quiere morir. Pero algunas personas piensan que no existe remedio a su sufrimiento y prefieren morir. Pero si se les dice que su sufrimiento se puede manejar, que su dolor se puede suprimir, que su soledad se puede acompañar... y le preguntamos ¿usted se quiere morir?, la respuesta es que no. Y por eso digo que ante los pacientes terminales hay mucho y bueno que hacer”.

En su intervención, entre otras citas, Monseñor Iceta recordó las palabras de Benedicto XVI “conviene hacer todo lo posible para disminuir el sufrimiento, suprimir el dolor y aliviar el sufrimiento, impedir cuanto se pueda el sufrimiento de los inocentes, aliviar los dolores y ayudar a superar las dolencia psíquicas. Todos éstos son deberes tanto de la justicia como del amor, y forma parte de las exigencias fundamentales de la existencia cristiana y de toda vida humana. Debemos hacer todo lo posible para superar el sufrimiento, pero extirparlos del mundo por completo no está en nuestras manos”.