La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ourense acogerá mañana y el jueves el juicio contra el hombre acusado de apuñalar a un vecino en el barrio de Vistahermosa.

Los hechos tuvieron lugar el 20 de febrero de 2019 y la vista tenía que haberse celebrado en octubre del año pasado, pero se suspendió a petición de su abogado, porque consideró que el acusado no estaba capacitado para declarar.

El suceso se habría producido durante un brote delirante derivado de la esquizofrenia que sufre el acusado, en el que creía estar en coma y viviendo una “realidad virtual”.

Según las conclusiones provisionales del Fiscal, el día de los hechos, el acusado permaneció oculto durante media hora esperando a su vecino en la Plaza Alfonso Alcaraz del Río, donde ambos residían, y en cuanto la víctima salió del portal, el procesado se lanzó a su espalda y le clavó una navaja que llevaba.

Aunque el herido se encaró al agresor, éste consiguió asestarle otros cinco navajazos y, tras conseguir separarse huyó de su agresor que lo persiguió hasta que se refugió en una cafetería de las inmediaciones y llamó a la policía.

Los agentes se personaron en el domicilio del acusado, que reconoció el incidente y los condujo hasta el contenedor en el que había arrojado la navaja.

El Ministerio Público reconoce en su escrito que el agresor sufre esquizofrenia paranoide desde, al menos, noviembre de 2017 y que, en el momento de los hechos, sufría un brote psicótico con sintomatología "delirante interpretativa" y "alucinaciones auditivas". Y precisa que el acusado creía estar "en coma" y "conectado a una realidad virtual", en la que escuchaba voces que culpaban de esta situación a la víctima. Por ello, considera el Fiscal que su capacidad intelectiva estaba "anulada". Califica los hechos como un delito de asesinato en grado de tentativa, con la eximente completa de responsabilidad criminal, y pide que sea condenado a la medida de internamiento en establecimiento adecuado a su dolencia por un tiempo máximo de diez años.