La pandemia de COVID-19 obligó al voluntariado de Cruz Roja a reinventarse y adaptar el apoyo que venían prestando a más de 260 niños del rural ourensano con necesidades socio-educativas.
El proyecto “Apoyo a la infancia en el entorno rural” se adaptó a las circunstancias excepcionales y, desde que se decretó el estado de alarma, se realizó seguimiento telefónico o a través de videollamadas además de imprimir y llevar tareas escolares, juegos y libros a casa cuando era necesario. Además se ofreció un soporte integral a las familias tanto para el acompañamiento educativo de los niños como para cubrir las necesidades básicas de las propias familias.
Esta iniciativa que desarrolla Cruz Roja con la Diputación de Ourense desarrolló 10.098 intervenciones en este nuevo contexto de crisis sanitaria y social mediante el trabajo de 7 monitores y 105 voluntarios.