La Policía Local denunció a 8 conductores por incumplir el cierre perimetral decretado en Ourense para evitar la propagación del COVID-19. Desde el pasado sábado, día 9 de enero, que entraron en vigor las nuevas medidas, los agentes policiales controlaron un total de 700 vehículos y 62 conductores no tenían causas justificadas para entrar o salir de la ciudad por lo que fueron obligados a retornar.