El Concello de Ourense suprimirá el sistema de bolardos de control de acceso de vehículos al centro histórico de la ciudad a finales del mes de febrero. Así lo anunció esta mañana el alcalde de Ourense, Gonzalo Jácome, quien expresó su “satisfacción” por poner fin a la “pesadilla de los bolardos” y poder cumplir un compromiso de su grupo político, Democracia Ourensana. Esta medida será efectiva a finales del mes de febrero tras finalizar las fiestas de Entroido.

Jácome argumenta que este paso se puede dar tras la incorporación de más efectivos para controlar el tráfico de la ciudad -9 agentes de la Policía Local- singularmente en esa zona, así como la elaboración de un pliego de condiciones para la adjudicación del contrato de control semafórico, que permitirá la vigilancia del acceso a través de cámaras.

La retirada de bolardos no afectará al régimen de acceso de vehículos al centro histórico, que seguirá siendo restringido -sólo para residentes y vehículos de servicio- ni al régimen sancionador por las infracciones correspondientes.

El alcalde de Ourense cree que esto permitirá “evitar que se estropeen los coches”. En los 20 años que lleva activo el sistema, resultaron afectados unos 1.500 coches, uno a la semana, además de provocar lesiones a viandantes. Jácome cree que es un sistema que “nunca debió existir” porque “está anticuado y dejará de ser un problema”.