Un día después de que se permitiera la apertura del paso fronterizo de Calvos de Randin-Tourem, el pleno municipal del ayuntamiento de Baltar, reunido esta tarde en sesión extraordinaria urgente, aprobó por unanimidad instar al Gobierno de España a la apertura parcial de la frontera con Montalegre, en determinados momentos del día, para facilitar el tránsito de trabajadores a uno y otro lado de la “raia”.

El escrito de protesta será remitido al Ministro del Interior, al Delegado del Gobierno en Galicia, a los presidentes de la Xunta y Diputación y a la Cámara Municipal de Montalegre, cuyo presidente, Orlando Alves, dijo hoy que la actitud del alcalde de Baltar “refleja una postura responsable, llena de coraje y de sentimiento con el territorio”. Orlando Alves reclamará la apertura de la frontera al Gobierno Portugués, “porque no tiene sentido mantener este paso cerrado”, dijo el autarca portugués.

En el pleno de esta tarde, el alcalde de Baltar, José Antonio Feijóo, mostró su indignación por el trato discriminatorio que reciben los vecinos de su municipio, con respecto al ayuntamiento de Calvos de Randín, cuya frontera está abierta desde ayer lunes, un par de horas, para facilitar el tránsito de agricultores de un país a otro.

Feijóo ratificó en el pleno de esta tarde "la vergonzosa e incalificable actuación de manipulación política", teniendo en cuenta que una veintena de 20 trabajadores de una empresa local tienen que recorrer a diario 200 kilómetros para llegar desde Montalegre a Baltar, cuando están a menos de 10 kilómetros de su puesto de trabajo. Hace 15 días, el ayuntamiento de Baltar ya había reclamado a la Subdelegación de Gobierno la apertura de la frontera, atendiendo al interés agrícola, económico y social