Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) promoverá una revisión de sus protocolos para reforzar y mejorar sus controles y que no se vuelva a repetir una situación como la ocurrida en el concello ourensano de Carballeda de Valdeorras, donde dos vagones de un tren de mercancías que descarriló el 28 de julio cerca de Sobradelo terminaron sobre el río Sil.
La presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, supervisó esta mañana los trabajos de reparación de la infraestructura ferroviaria y de recuperación del entorno natural de la zona afectada por el desarrilamiento del convoy.
Pardo de Vera lamentó lo sucedido y señaló que "comprende la preocupación que ha producido el suceso, como presidenta de Adif y como gallega que conoce el valor ambiental de la zona".
También destacó la presidenta de Adif los trabajos que fueron necesarios para la recuperación de los vagones pues, según explicó, se llevaron a cabo en unas circunstancias de gran complejidad técnica, por la distancia de la vía al vagón situado en la orilla del río, su peso, el tamaño máximo de las grúas que se podían emplear, y el entorno natural en el que se desarrolló el operativo, que obligó a emplear medidas de protección ambiental, como barreras de contención de residuos en el río o medidas antiincendios.
Isabel Pardo de Vera informó que se está analizando proponer al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana una modificación de la normativa que suponga un cambio en las condiciones en las que los operadores ferroviarios presten su servicio. Con esta modificación se pretende que el servicio sea más respetuoso con el medio ambiente, y que exista una cobertura específica con un seguro de responsabilidad civil para daños ambientales que puedan ocasionar los operadores ferroviarios.