Lo que se veía venir desde hace meses parece que se va a consumar estos días. En Marea se rompe en dos, de un lado la dirección del Partido y de otro Podemos, Izquierda Unida y Anova, que no quieren saber nada de sus compañeros y preparan ya una coalición para concurrir a las elecciones generales del 28 de abril.

¿Cómo han llegado a esta situación? La gota que colmó el vaso fue la votación del pasado 13 de febrero del proyecto de Presupuestos Generales del Estado de Pedro Sánchez. En Marea decidió un voto negativo que sólo fue secundado por Alexandra Fernández. Los otros cuatro diputados acataron la disciplina de voto de Unidos-Podemos y apoyaron las cuentas del Gobierno. Después vinieron las acusaciones cruzadas de deslealtad la guerra de reproches en las redes sociales en la que incluso participó el histórico dirigente Xosé Manuel Beiras.

Esa situación ha sido el detonante de la ruptura, pero las desavenencias ya venían de antes. Las primarias del partido, que se celebraron el pasado diciembre, terminaron con una victoria de Luis Villares que fue cuestionada por el sector crítico. Sus representantes ni siquiera llegaron a tomar posesión de sus cargos. El proceso estuvo incluso paralizado durante varias semanas con denuncias de manipulación cruzadas.

RESULTADOS ELECTORALES

En Marea consiguió 5 diputados en el Congreso en las últimas elecciones generales y 14 en las autonómicas. El rupturismo gallego gobierna también las ciudades de A Coruña, Santiago y Ferrol con Marea Atlántica, Compostela Aberta y Ferrol en Común. Está por ver el resultado que tengan en las municipales de mayo. La división del partido instrumental está teniendo también repercusiones en el ámbito local. En ciudades como Ferrol podría haber hasta cuatro candidaturas diferentes.