El mariñano Alberto Geada no cuenta con partida económica específica ni infraestructura alguna, pero tiene claro que para ganar hay que apostar fuerte. Así que ha tirado de ingenio y buen humor para plantarse en Madrid vestido de peregrino y calzado con sus zuecas a promocionar su oficio, su futuro museo y toda La Mariña.
De paseo por los expositores nacionales e internacionales, comunicándose en varias lenguas y repartiendo tarjetas de visita, ha robado sonrisas desde la Patagonia hasta Andalucía, pasando por Holanda.
Ya ha quedado en visitar y ser visitado. Además de peregrinar y divertirse hace negocio. Porque las cosas no pasan quedándose sentado en el sofá de casa.