Un constructor de A Mariña se enfrenta a una petición de pena por parte del fiscal de dos años de cárcel, dado que el ministerio público lo acusa de un delito de estafa por quedarse con el dinero que le entregó un propietario para la rehabilitación de su vivienda, a pesar de que nunca llegó a realizar las obras contratadas.

El ministerio fiscal precisa que el procesado, que este martes se sentó en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial, “urdió una trama” y fingió “una situación de solvencia absolutamente alejada de la realidad” para formalizar con el propietario, el 18 de junio de 2014, un contrato de “reforma integral de su vivienda”.

Para dar “veracidad a su engaño” y ganarse “la confianza del propietario”, ejecutó las obras de la “primera partida contratada” por un importe de 11.879 euros.

Posteriormente, le solicitó al dueño el pago de la siguiente partida del presupuesto, por el mismo importe, para ejecutar la segunda parte de las obras y el propietario, “actuando con la confianza de que la acometería, como en la vez anterior”, hizo el correspondiente ingreso.

Sin embargo, no llegó a ejecutar los trabajos contratados, según el fiscal porque “en ningún momento el acusado” tuvo “intención de llevar a cabo” la “reforma contratada”, dado que solo buscaba apropiarse “de la cantidad recibida en su beneficio”.

El fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de estafa y pide para el acusado dos años de cárcel, así como el abono de los 11.879 euros cobrados al propietario por obras que no llegó a realizar.