La alcaldesa de Viveiro, María Loureiro, fue la encargada de realizar este domingo la tradicional ofrenda ante la Virgen de los Remedios en Mondoñedo, representando a los antiguos partidos judiciales de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol.

La pandemia del coronavirus fue protagonista en el discurso de la alcaldesa, que pidió y deseó "superar los retos a los que en los enfrentamos; estoy segura de que así será".

Loureiro, que habló en representación de 422 parroquias y de los vecinos de Mondoñedo, Ferrol, Ortigueira, Ribadeo, Vilalba y Viveiro, le dio la bienvenida al nuevo obispo, Fernando García Cadiñanos, y le envió un cariñoso abrazo en señal de agradecimiento por su tarea a Luis Ángel de las Heras, que dejó la diócesis para ser el nuevo obispo de León.

"En esta ofrenda, en la que en nombre de las más de 275.000 personas que viven en nuestra diócesis le pedimos a la Virgen de los Remedios ayuda para dar respuesta a sus precupaciones, quiero tener un recuerdo para todas aquellas personas que desgraciadamente fallecieron por el coronavirus", afirmó.

"Le pido también a la Virgen de los Remedios fuerza y ánimo para los vecinos y vecinas que tienen en este momento alguna enfermedad grave, con el deseo de una muy pronta recuperación, o atraviesan cualquier otra dificultad vital, con la esperanza de que el camino continúa y pronto llegarán mejores momentos", continuó la alcaldesa de Viveiro.

Coronavirus, Afganistán... y Adrián Ben

Loureiro recordó que "desde hace semanas, asistimos a un nuevo conflicto bélico en Afganistán, con atentados y escenas terroríficas de sangre de inocentes derramada; por eso te ruego también, Nuestra Señora, por las personas que tienen la desgracia de vivir en territorios en guerra, enviando un cariñoso abrazo a las mujeres y los niños, los eslabones más débiles de situaciones que siempre derivan en desigualdad y pérdida de los derechos fundamentales".

En otra parte de la ofrenda agradeció "el trabajo de los profesionales de la sanidad y los trabajadores de los servicios esenciales que desde lo comienzo de la pandemia estuvieron en primera línea para ayudar al conjunto de la sociedad", y tuvo un recuerdo para "Adrián Ben, un chico humilde que con esfuerzo y trabajo alcanzó grandes metas, llevando el nombre de Viveiro y de Galicia por todo el mundo".

Loureiro pidió también "por las personas mayores, que vivieron por y para sus hijos y llevan dos años muy complicados, con la esperanza de que recuperen de forma definitiva el calor humano de los suyos, y por los chicos y chicas, para que puedan crecer en libertad, construyendo un mundo mejor y alejándose de las malas tentaciones".

El futuro de la industria y las comunicaciones en A Mariña

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"Los ayuntamientos que forman parte de la diócesis sufren de primera mano las consecuencias de la crisis y el desmantelamiento industrial que padecemos, con casos tan próximos a nosotros como el de Alcoa; el futuro de millares de personas está en manos de directivos y multinacionales que en muchas ocasiones olvidan la importancia del bien social y solo tienen ojos para las cuentas de resultados; Señora, en este solemne acto, te pido que se garantice la permanencia de las industrias existentes y que se incrementen para evitar el desempleo", añadió.

Para finalizar la ofrenda, María Loureiro pidió "que la comarca de A Mariña mejore sus redes de comunicación con el resto de Galicia y España, otro reto pendiente pero fundamental para crecer; ayudando además a garantizar los derechos de los hombres y mujeres que trabajan en el mar y en el campo, sectores fundamentales de nuestra economía".

"Las personas que ocupamos un cargo de responsabilidad pública debemos dar ejemplo, por supuesto, trabajando unidas con independencia del color político en beneficio de nuestros vecinos y vecinas", finalizó.