Los trabajadores de la fábrica que la multinacional Alcoa tiene en el municipio lucense de Cervo han iniciado el calendario de movilizaciones que anunciaron ayer, después de aprobarlo por unanimidad en asamblea, con el reparto de información por la mañana y un concentración iniciada a las dos de la tarde de este viernes en el cruce con la N-642, a la altura de O Castelo, en el acceso a San Cibrao.

Estas movilizaciones contaron con el respaldo unánime de la asamblea de trabajadores, a propuesta del comité de empresa, al considerar que la factoría está "viviendo el momento más peligroso" para su continuidad "en sus cuarenta años de historia".

Las concentraciones se repetirán cada viernes, en el mismo lugar y a la misma hora, pero además los sindicatos buscarán la complicidad de las instituciones públicas, con mociones de apoyo tanto en la Diputación de Lugo como en los ayuntamientos de A Mariña.

Además, la asamblea también acordó realizar una marcha a Lugo, hasta la Subdelegación del Gobierno, para hacer entrega de una solicitud de reunión con la ministra de Transición Ecológica.

También tienen previsto desplazarse a Madrid en una fecha "señalada" para hacer oír sus reivindicaciones en la capital de España y organizar una manifestación central en A Mariña.

El comité señala que la ausencia de un Gobierno central, el único al que la ley le da competencias para solucionar el problema de la energía, "es el más urgente de los escollos que tenemos", porque la certeza de una repetición electoral alarga en el tiempo la agonía.

Asimismo, sostiene que esa situación acerca aún más la posibilidad de que Alcoa dé el siguiente paso en su estrategia, que pasa por cerrar todas sus fábricas en el estado si no consigue un precio competitivo para la energía que utiliza.

"No podemos permitir que la desidia y la inacción de las sucesivas administraciones nos conduzcan a la parada de la fábrica", añade, porque "la industria del aluminio es una industria con mucho futuro" y la de Cervo es "una de las fábricas más eficaces del mundo".

Reunión con En Marea

El portavoz parlamentario de En Marea, Luis Villares, que este viernes viajó hasta Cervo para reunirse con el comité de empresa de la factoria que la multinacional Alcoa tiene en ese municipio lucense, planteó como posible solución al problema de la energía la creación de un “nuevo estatuto eléctrico general”, que permita abaratar el coste de suministro para empresas y familias.

“Proponemos que el Gobierno del Estado, que sí que puede hacerlo, aunque esté en funciones, libere los 208 millones de euros para compensación de los costes de CO2 que para las grandes empresas tenía previstos tanto en los presupuestos de 2018, como en los presupuestos prorrogados de 2019”.

Según Villares, esas ayudas supondrían una bajada del precio de la energía hasta los “50 euros del MW/hora”, lo que significaría “aliviar” la tarifa que pagan las empresas electrointensivas por el suministro.

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A medio plazo, dijo, es “necesario un nuevo estatuto eléctrico general para el conjunto del estado”, que suponga “el abaratamiento de la energía para la industria y para las familias”.

“Cómo se hace esto, sacando del pull eléctrico tanto a la energía nuclear como a la hidroeléctrica, y que eso se haga con mecanismos de contrato a medio plazo. También permitiendo que se hagan contratos bilaterales entre las empresas productoras y las grandes consumidoras de electricidad”, precisó el portavoz parlamentario de En Marea.

A su juicio, “todo eso supondría una estabilización de los precios y una bajada. También permitiría abaratar el precio para las distribuidoras que son las que sirven energía a los hogares”, de modo que se podría abaratar la factura delos consumidores particulares, “terminando con la estafa que supone para las familias gallegas y del conjunto del estado esta situación”.

Villares también planteó la necesidad, ya en el ámbito internacional, de “establecer aranceles ambientales a la importación de aluminio, porque países como Arabia Saudí están haciendo dumping con los precios”.

“Generan aluminio con el consumo de una gran cantidad de energía fósil, derivados del petróleo, sin pagar ningún tipo de tasas ambiental, algo que sí sucede en Europa”, aclaró.