El Concello de Viveiro finalizó a lo largo de los últimos días la restauración de las bases de los cañones instalados en los jardines de Noriega Varela.

Estos cañones proceden de la fragata Santa María Magdalena, que se hundió en la ría de Viveiro el 2 de noviembre de 1810.

Los dos cañones de hierro fueron recuperados en la década de los 50 del siglo pasado y el obús a finales del siglo XX.

Estos cañones tuvieron varias localizaciones en la villa, como la Puerta de Carlos V o Castelo da Ponte, y el parque Pernas Peón, mientras que el obús estuvo colocado en la rotonda norte, a la entrada de Viveiro cerca de la oficina de turismo.

En el año 2010 se celebró el bicentenario del hundimiento en la ría de Viveiro de la fragata Magdalena y del bergantín Palomo, además de otros buques.

Con este motivo, se creó una Comisión del Bicentenario compuesta por varias entidades y el ayuntamiento viveirense para realizar diferentes actos de conmemoración de la efeméride.

“Fue con motivo de esos actos cuando se trajeron desde el parque Pernas Peón hasta las cercanías del Conservatorio Profesional de Música de Viveiro, situado en los jardines de Noriega Varela”, recuerda Jesús Fernández, teniente de alcalde y concejal del Mar de Viveiro.

Los cañones no tenían cureñas y de hacerlas se encargó la Escola de Artes e Oficios de la Diputación de Lugo.

Fueron realizadas en madera de roble, pero con el paso del tiempo se fue deteriorando y por eso hubo que realizar la restauración de las bases, tanto de uno de los cañones de hierro como del obús de bronce.

También se restauró la simulación de la cubierta del barco, donde está situado el otro cañón de hierro.

Si anteriormente las cureñas eran de prácticamente la misma madera que en la época del hundimiento, ahora se optó por madera de elondo, que soporta mejor las condiciones meteorológicas.