El consejo regulador de la denominación de origen Ribeira Sacra celebra hoy, en el municipio de Portomarín, la cata anual de calificación para determinar la calidad de la cosecha de este año, que ha sido “histórica” en cuanto a la cantidad recogida por las bodegas, con más de 7,2 millones de kilos de uva.

Las catas de calificación de la Ribeira Sacra tienen carácter itinerante por subzonas y, en esta ocasión, se ha hecho cargo de la organización la subzona de Chantada, mientras que el pasado año la cita fue Paradela (subzona de Ribeiras do Miño), donde la cosecha 2018 obtuvo la valoración de 'Excelente'.

Forman parte del panel de cata de esta edición Constantino Iglesias, de la Asociación Gallega de Catadores; Alejandro López Facorro, de la Asociación Sumilleres de Gallaecia; Ana Isabel Fernández Escudero, de la Asociación VitisLucus; Maira Ratón Fernández, de la Asociación Gallega de Enólogos; Waldo Carreiras Albo, representante de Consumidores en el Consejo Regulador Ribeira Sacra; y José María Martínez Alonso, representante de Distribución del órgano rector.

Además, se integran el panel de cata cuatro expertos en análisis sensorial de vinos: Alfonso Losada Quiroga, David Pascual Rodríguez, Mar Vilanova de la Torre y José Luis Hernáez Mañas.

El panel de cata valorará 10 muestras, 2 por subzona (Amandi, Chantada, Quiroga-Bibei, Ribeiras do Miño y Ribeiras do Sil), con representación en cada una de ellas de una bodega de mayor producción y otra de menor, con la finalidad de establecer una valoración media de los vinos de la nueva añada.

Técnicos del consejo regulador han estado realizando la recogida de muestras desde el pasado día 21.

El Consejo Regulador organiza esta cata con el fin de informar a los consumidores sobre la calidad de los vinos que se van a encontrar en el mercado.

La primera cata de calificación se celebró en el 1996, con el resultado de “buena”, pero desde entonces todas han recibido la calificación de“muy buena”, salvo en el 2000 y en los dos últimos años, dado que fueron “excelentes”.