Decenas de ganaderos de carne de la provincia de Lugo, donde hay alrededor de 6.000 explotaciones, se concentraban este mediodía ante la sede de la Delegación Territorial de la Xunta de Galicia, convocados por el sindicato Unións Agrarias, para reclamar unos precios dignos para el fruto de su trabajo, que cubran los costes de producción.

Al grito de “queremos precios y no desprecios”, los ganaderos protestaron por la delicada situación que atraviesan sus granjas, dado que están cobrando por los terneros que venden alrededor de doscientos euros menos de lo que percibían antes del inicio de la pandemia, a pesar de que los precios se vienen manteniendo bajos desde 2015 y de que los costes se han disparado.

El secretario general de Unións Agrarias (UU.AA), Roberto García, dijo que estamos “ante un sector maltratado por el Gobierno, maltratado por la sociedad, criminalizado injustamente, sin valorar la función que hacen las explotaciones familiares en extensivo, que no solo producen carne de extrema calidad, sino que hacen un papel de gestión del territorio, mantenimiento del medio ambiente y lucha contra el fuego”.

El portavoz sindical recordó que “son explotaciones cuyos titulares apenas alcanzan el salario mínimo interprofesional, a pesar de que son el medio de vida en Galicia de más de 11.000 familias”.

Una bajada del 20%

Según García, esas granjas “están vendiendo por debajo de los costes de producción” desde hace “más de dos años”, porque “el cierre de la hostelería y del turismo” a causa de la pandemia “provocó una bajada de más del 20%”, que vino a sumarse a los precios bajos que prevalecían desde 2015.

Esa situación, además, se ha visto ahora agravada como consecuencia de un “incremento brutal” de los costes de producción, concretamente de los piensos, de la electricidad y del gasóleo, una situación que, en su opinión, “va a continuar”.

“Solo mataderos, cadenas de distribución y tratantes están manteniendo sus ingresos, pero las explotaciones no pueden continuar ni un día más con precios que no cubren costes de producción. Esa situación exige medidas puntuales, de ayudas a la renta de las explotaciones, anticipando las ayudas de la PAC y pagando los daños que causa el lobo”, dijo García, pero también con medidas estructurales.

Los ganaderos, recordó, quieren que se les pague por su producto “lo que realmente vale”.

Al menos 5,35 euros por kilo

“No puede ser que un kilo de carne de Ternera Gallega Suprema, que sale de una explotación a menos de 4,5 euros el kilo, llegue al consumidor a un 300% por encima de ese precio y que el valor se quede en manos de quien no aporta nada a ese sector”, insistió.

Por ello, anunció que las movilizaciones, que continuarán en las próximas semanas en A Coruña y Ourense, no pararán hasta que el precio de la carne se pague en origen, al menos a “5,35 euros por kilo”, para cubrir los costes de producción.

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