Lugo, 21 de marzo.- El exsacerdote José Emilio Silvaje, para quien el fiscal pide cuatro años y medio de cárcel por un delito continuado de apropiación indebida, aseguró hoy, antes de que diese comienzo la segunda jornada del juicio que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Lugo, que no “hay ninguna prueba en contra” de su actuación al frente de las parroquias en la que ejerció su ministerio, “más bien todo lo contrario”.

Al ser preguntado por su estado de ánimo, después de la primera jornada de vista oral, el expárroco aseguró que se encuentra “muy bien”, porque fue “muy tranquilo todo”.

“Todos los testigos apoyan la versión que aportamos desde la defensa”, dijo Silvaje, quien ayer negó en la vista oral que se hubiese quedado con ningún patrimonio de las trece parroquias en las que ejerció su ministerio entre los años 2008 y 2012 en la comarca de A Mariña, en los municipios de Ribadeo y Trabada.

En cuanto a alguna de las expresiones subida de tono que profirió durante esa primera jornada de la vista oral, afirmó que dijo “lo que tenía que decir”.

En todo caso, reconoció que sí fue a pedir “disculpas por el fragor de la batalla” a la Fiscalía y a los miembros del tribunal” al final de la jornada de ayer.

“Pero fue por si en algún momento me puse nervioso y me pidieron que abreviara, nada más”, aclaró.

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Por su parte, el letrado que ejerce la defensa, Jose Manuel Oliveros, ha afirmado que, después de esa primera jornada de juicio “ni una sola persona” ha podido acreditar que el procesado “hiciese desaparecer ningún tipo de bien” de las parroquias que llevaba.

“Entiendo que” la primera jornada del juicio vino “a acreditar lo que en principio pensábamos que se iba a practicar de prueba ayer, porque ni una sola persona acreditó que don José Emilio se apoderara, o distrajera o hiciese desaparecer ningún tipo de bien”, dijo el letrado.

Según el letrado, lo que se hizo parte del expárroco fue llevar “a restaurar y a limpiar una serie de bienes” y “eso fue lo que provocó que la gente se alterara, porque en aquel momento estaban ausentes esos bienes, que después fueron devueltos poco a poco”.

“Finalmente, cuando José Emilio tuvo que abandonar las parroquias, fueron devueltos todos”, aseguró.

En cuanto a esta segunda jornada del juicio, el letrado confía en que las pruebas sean incluso “más favorables” para su cliente, habida cuenta de que “las pruebas que se practican hoy son las planteadas por la defensa”.

“Deberían ser más favorables que las de ayer”, insistió en declaraciones a los medios de comunicación, antes de entrar en sede judicial para la segunda jornada del juicio.

En cuanto al tono empleado por Silvaje durante su declaración en la vista oral, que incluso lo llevó a ser reprendido por el tribunal, el abogado recordó que “el carácter de cada persona es el que es”.

“Seguramente utilizó en algún momento expresiones no muy afortunadas, pero también hay que entender la presión a la que se estaba viendo sometido en un procedimiento así, en el que además, como acusado, tiene todo el derecho a expresarse libremente. Igual con expresiones un poco ofensivas”, añadió.

En todo caso, José Manuel Oliveros aclaró que al final de la vista oral su cliente pidió “disculpas, tanto al fiscal como al tribunal por esas expresiones un poco salidas de tono”, derivadas de esa “presión”.