Luchando contra molinos de viento… ¡en la Ribeira Sacra!
Un grupo de vecinos de la Ribeira Sacra ha formado una plataforma para frenar los macroproyectos eólicos previstos en la zona. Algunos de estos proyectos están en fase de alegaciones, lo que brinda una oportunidad crucial para expresar su oposición
Lugo - Publicado el - Actualizado
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En la Ribeira Sacra, un rincón privilegiado del sur de Lugo, con viñedos que se alzan sobre los ríos Miño y Sil y un valioso patrimonio románico, un grupo de habitantes se ha unido para proteger su entorno. Se oponen a la instalación de parques eólicos en un paisaje que consideran único y de gran valor tanto cultural como turístico.
Una amenaza para el paisaje
Raquel Fernández, una de las portavoces de la plataforma Pacto Frente Eólicos, destaca su preocupación por el impacto de estos proyectos. “Esto será una auténtica aberración”, afirma, refiriéndose a la posible instalación de aerogeneradores en zonas emblemáticas como Pesqueiras. Raquel, al igual que otros miembros del colectivo, teme que la instalación de estas infraestructuras afecte negativamente al atractivo de la Ribeira Sacra y su economía local, basada en el turismo y la viticultura.
No es una cuestión de estar en contra de las renovables
La plataforma aclara que no se oponen al uso de energías renovables. Al contrario, apoyan la transición hacia un modelo más sostenible, pero consideran que la ubicación de los aerogeneradores debe ser cuidadosamente evaluada. “Este tipo de proyectos deberían ser una oportunidad para el rural, no una carga”, señala Raquel. Además, critican la falta de sensibilidad de las consultoras que eligen los emplazamientos de los parques eólicos sin tener en cuenta la singularidad del paisaje y su valor patrimonial.
Un patrimonio en juego
La Ribeira Sacra aspira a ser reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, un reconocimiento que podría impulsar su proyección internacional. Sin embargo, la posible instalación de los parques eólicos pone en riesgo esta candidatura, según los vecinos. “Es difícil imaginar cómo se puede conciliar un paisaje industrial con la protección de un entorno que merece ser preservado”, añade Raquel, lamentando que la riqueza natural y cultural de la zona pueda verse alterada.
Mientras tanto, los vecinos siguen trabajando para presentar sus alegaciones y evitar que los proyectos eólicos avancen, con la esperanza de proteger su tierra y su modo de vida.