El proceso de venta de la fábrica de aluminio primario de Alcoa en San Cibrao se complica después de que el Gobierno informase ayer al comité de empresa, en la reunión de seguimiento de las negociaciones convocada por la propia multinacional, de que la SEPI no entrará en la operación, al entender que el acuerdo tiene que producirse entre la compañía y alguno de los seis posibles compradores.

“En la reunión, a falta del secretario de Industria -Raül Blanco- por motivos de agenda, un representante del Gobierno nos ha comunicado que no está dispuesto a meter a la SEPI” en la operación para la venta de la planta de aluminio primario de Alcoa, dijo el presidente del comité, José Antonio Zan, a los medios de comunicación.

Por ello, informó de que la representación de los trabajadores ha pedido una reunión “urgente” con el “vicepresidente de la Xunta y la ministra de Industria”.

“Por parte de la Xunta ya nos han dicho que no tienen problema, estamos esperando a que la ministra ponga la fecha”, dijo Zan, acompañado por otros miembros del comité de empresa.

Según su criterio, “es muy importante que la SEPI entre, porque es la garantía de que Alcoa no va a hacer lo mismo que hizo con A Coruña y Avilés”.

“Pero también es muy importante que entre porque tiene que verificar que todo el proceso es real, y tiene que decidir quién se hará finalmente con la planta”, precisó.

Desde su punto de vista, “el Gobierno no debe salir de esa unidad de acción” y confía en que convoque cuanto antes la reunión con la ministra Reyes Maroto que piden los trabajadores, un encuentro que ya lleva “quince días de retraso”.

“La única solución es que la SEPI garantice que la fábrica se va a vender a una emrpesa industrial, una empresa del sector. Que conozca lo que es la industria y lo que son los trabajadores de esta industria”, insistió.

Aseguró que los trabajadores no van a “bajar los brazos” y van a “seguir luchando” para que el Gobierno cumpla el mandato del Parlamento de Galicia y del Congreso de los Diputados, que es una “intervención pública temporal” de la planta para su venta a un tercero.

"No cederá a chantajes"

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Por su parte, la subdelegada del Gobierno en Lugo, Isabel Rodríguez, instó a la multinacional a “dejar de poner piedras en el camino” y a dar “muestras de que es cierto que actúa de buena fe y está dispuesta a vender la factoría”.

En declaraciones a los medios de comunicación, dijo que en la reunión quedó demostrado que “Alcoa está más interesada en enredar y en distraer la atención que en buscar una salida para la factoría”.

“El Gobierno fue quien se encargó de la búsqueda de los compradores interesados, a los que puso en contacto con Alcoa para que negocien la venta, y mantiene invariable su apoyo para que la operación de venta salga adelante”, añadió.

En todo caso, también avisó de que el Gobierno de España “nunca se someterá al chantaje de una multinacional que solo pretende aumentar su beneficio a costa de los ciudadanos, eludiendo sus responsabilidades con los trabajadores y con la Comunidad, como quedó en evidencia en recientes sentencias judiciales, que han desenmascarado su comportamiento”.

De hecho, recordó que “en contra de la voluntad de Alcoa, la empresa continúa abierta y tiene futuro”.

“Como siempre dijo el Gobierno, en contra de las reiteradas afirmaciones de Alcoa, la fábrica de San Cibrao es viable y, por eso, varias empresas solventes y acreditadas tienen interés en comprarla y en invertir en ella”, dijo Isabel Rodríguez.

Por ello, “lo que debería hacer Alcoa, dado que no quiere seguir en A Mariña, es vender la fábrica a alguno de los candidatos que está dispuesto a mantener la actividad industrial y los puestos de trabajo”.